Introducción
La disfunción eréctil, también conocida como impotencia sexual masculina, es una afección médica que afecta a muchos hombres de todo el mundo. Consiste en la incapacidad persistente de obtener o mantener una erección suficiente para mantener relaciones sexuales satisfactorias.
Aunque varios factores pueden contribuir a esta afección, uno de los aspectos menos discutidos, pero significativamente relevante, es la impotencia sexual inducida por fármacos. Se calcula que hasta el 25% de los casos de disfunción eréctil están causados por uno o más fármacos que toma el paciente. No sólo eso, al menos 8 de los 12 fármacos más vendidos en el mundo enumeran la impotencia masculina como uno de sus posibles efectos adversos.
Varios fármacos prescritos habitualmente para una amplia variedad de afecciones, como los antihipertensivos, los antidepresivos, los ansiolíticos (tranquilizantes), los medicamentos para la próstata o los fármacos para tratar la calvicie, son causas frecuentes de disfunción eréctil.
Estos fármacos pueden causar impotencia porque alteran el flujo sanguíneo al pene, interfieren con los neurotransmisores cerebrales, el sistema nervioso simpático o afectan a los niveles hormonales, todos ellos acontecimientos cruciales para una función sexual normal. En algunos casos, el efecto es temporal y desaparece al dejar de tomar el medicamento; en otros, los efectos pueden persistir durante más tiempo.
A continuación, enumeramos los fármacos y sustancias más comúnmente asociados a la impotencia masculina.
Medicamentos que causan impotencia
Antihipertensivos
Todos los antihipertensivos pueden causar disfunción eréctil; sin embargo, algunas clases presentan más riesgos que otras.
Los betabloqueantes y los diuréticos son los fármacos para la hipertensión más asociados a la pérdida de potencia sexual. Ejemplos y fármacos de estas clases son
Betabloqueantes:
- Atenolol.
- Labetalol.
- Metoprolol.
- Propranolol.
Diuréticos:
- Clortalidona.
- Espironolactona.
- Furosemida
- Hidroclorotiazida.
- Indapamida.
Otros antihipertensivos también asociados a la impotencia son:
- Captopril.
- Clonidina
- Enalapril
- Hidralazina
- Metildopa
- Nifedipina.
- Reserpina.
- verapamilo.
La verdadera tasa de impotencia sexual causada por los antihipertensivos es difícil de conocer, ya que algunos estudios hablan de casi un 40% de incidencia, mientras que otros citan menos de un 1%.
Curiosamente, los pacientes que saben que los antihipertensivos pueden causar impotencia tienen tasas más elevadas de disfunción eréctil que los pacientes que toman el mismo fármaco, pero desconocen esta información.
Antidepresivos
La mayoría de los antidepresivos, especialmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), se asocian a disfunción eréctil. La incidencia es de aproximadamente el 40% en pacientes que toman dosis altas, y del 3 al 10% con dosis bajas.
También puede producirse impotencia con otras clases de antidepresivos, como los inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina, los antidepresivos tricíclicos y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO); sin embargo, los fármacos de la clase ISRS tienen la incidencia más alta.
Ejemplos de antidepresivos que pueden causar disfunción eréctil son
- Fluoxetina.
- Sertralina.
- Paroxetina.
- Citalopram.
- Escitalopram.
- Amitriptilina.
- Clomipramina.
- Desipramina.
- Nortriptilina.
- Fenelzina.
- Buspirona.
- Imipramina.
- Doxepina.
- Imipramina.
En muchos casos, reducir la dosis puede ser suficiente para solucionar el problema.
Ansiolíticos
Además de los antidepresivos, los fármacos utilizados a menudo para tratar la ansiedad, como los ansiolíticos, también pueden causar pérdida de potencia sexual. Los más comunes son
- Lorazepam.
- Oxazepam.
- Clordiazepóxido.
- Clorazepato.
- Diazepam.
- Alprazolam.
- Clonazepam.
Fármacos antiparkinsonianos
Algunos fármacos utilizados para tratar la enfermedad de Parkinson también pueden tener como efecto secundario la disfunción eréctil, sobre todo cuando se utilizan en dosis elevadas. Los más frecuentes son:
- Benzatropina.
- Biperideno.
- Bromocriptina.
- Levodopa.
- Prociclidina.
- Triexifenidil.
Es importante destacar que la disfunción eréctil es bastante frecuente en los pacientes con enfermedad de Parkinson, presentándose hasta en un 60% de los pacientes, independientemente de los efectos adversos de los medicamentos.
Antiandrógenos
La terapia de privación de andrógenos, utilizada en el tratamiento de algunos tipos de cáncer de próstata, reduce los niveles séricos de testosterona del paciente a niveles similares a los de castración.
Debido a la castración química, la impotencia sexual es un efecto adverso frecuente de los siguientes fármacos:
- Bicalutamida.
- Flutamida
- Nilutamida.
Drogas recreativas
Aunque algunas drogas recreativas, como la cocaína y la heroína, pueden estimular inicialmente la libido y la excitación sexual, a largo plazo tienen un impacto negativo en la capacidad de adquirir y mantener la función eréctil.
Las drogas que cuando se consumen de forma abusiva o durante periodos prolongados pueden causar disfunción eréctil son:
- Alcohol.
- Tabaco.
- Anfetaminas.
- Barbitúricos.
- Cocaína.
- Marihuana
- Heroína y otros opiáceos (codeína, fentanilo, hidromorfona, metadona, morfina y oxicodona).
Otros medicamentos
Otros fármacos que también se han descrito como factores de riesgo de impotencia si se consumen a largo plazo son:
- Ácido aminocaproico.
- Antihistamínicos
- Antiinflamatorios no esteroideos.
- Atropina.
- Clofibrato.
- Ciclobenzaprina.
- Cimetidina
- Ciproterona
- Digoxina.
- Disopiramida.
- Dutasterida
- Finasterida
- Furazolidona
- Gabapentina.
- Haloperidol
- Ketoconazol.
- Metoclopramida
- Orfenadrina.
- Pregabalina.
- Proclorperazina.
- Pseudoefedrina.
- Regaliz.
- Risperidona.
- Sumatriptán.
- Topiramato.
- Valproato.
¿Qué hacer si un medicamento provoca impotencia sexual?
Controlar la disfunción eréctil inducida por medicamentos puede ser un reto. Es frecuente que los pacientes que experimentan este efecto secundario decidan interrumpir los tratamientos esenciales, una medida que puede ser arriesgada y a menudo innecesaria.
Existen varias estrategias para tratar la disfunción eréctil inducida por fármacos. Una posibilidad es trabajar con tu médico para ajustar la dosis del medicamento en cuestión, probar un fármaco alternativo o, si interrumpir el tratamiento no es factible, considerar el uso de un medicamento específico para la impotencia, como Viagra o Cialis.
Además, es importante recordar que la disfunción eréctil suele ser un síntoma de las enfermedades que requieren la medicación en cuestión, que también pueden tener la disfunción eréctil como efecto secundario. Por lo tanto, dejar de tomar la medicación no siempre es la solución al problema.
Si empiezas a experimentar disfunción eréctil después de iniciar un nuevo medicamento, antes de tomar la decisión de interrumpir el tratamiento, es esencial que hables con tu médico. Afortunadamente, existen muchas alternativas que tú y tu médico podéis explorar para garantizar que mantienes tu salud física y sexual, sin tener que sacrificar la medicación necesaria para tu bienestar.
Referencias
- Impotence in medical clinic outpatients – JAMA.
- Drug-Induced Sexual Dysfunction: An Analysis of Reports to a National Pharmacovigilance Database – Drug safety.
- Evaluation and Management of Erectile Dysfunction in the Hypertensive Patient – Current cardiology reports.
- Epidemiology and etiologies of male sexual dysfunction – UpToDate.
- Drugs that may cause erection problems – Medlineplus – National Library of Medicine (NIH).
- Management of sexual dysfunction in Parkinson’s disease – Therapeutic advances in neurological disorders.
- Benzodiazepines related sexual dysfunctions: A critical review on pharmacology and mechanism of action – Revista internacional de andrología.
- Waller DG. Erectile dysfunction. In: Waller DG, ed. Medical Pharmacology and Therapeutics. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Limited; 2022:chap 16.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
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