Strongyloides stercoralis: qué es, ciclo y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro

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Strongyloides stercoralis: qué es, ciclo y tratamiento

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¿Qué es la estrongiloidiasis?

La estrongiloidosisestrongiloidiasis es una verminosis causada por el nematodo (helminto) Strongyloides stercoralis, mucho común en las regiones tropicales y subtropicales, incluyendo Latinoamérica.

El Strongyloides stercoralis suele habitar el intestino delgado de los individuos infectados y, en la mayoría de los pacientes con sistema inmunológico sano, no provoca síntomas relevantes.

Transmisión y ciclo de vida del Strongyloides stercoralis

La infección humana ocurre cuando hay penetración de larvas de Strongyloides stercoralis en la piel, generalmente por contacto directo con el suelo contaminado por heces humanas. Andar descalzo es uno de los factores de riesgo más importantes para contaminarse.

Además de la invasión de la piel, también se puede adquirir la estrongiloidosis por vía oral, por medio de la ingestión de agua contaminada o cuando el paciente ingiere alimentos preparados por manos infectadas, no adecuadamente lavadas, después de una evacuación.

Después de penetrar la piel, las larvas migran a los pulmones. Una vez ahí, ellas migran hasta la parte superior de las vías respiratorias, siendo inconscientemente engullidas al llegar cerca de la faringe, cayendo en el sistema gastrointestinal.

Cuando llegan al intestino delgado, las larvas maduran y evolucionan exclusivamente para la forma de hembras adultas, que miden alrededor de  2 mm de longitud. Cada hembra adulta puede vivir hasta 5 años, produciendo huevos y liberando nuevas larvas dentro de los intestinos. Las nuevas larvas son excretadas junto con las heces, reiniciando el ciclo de transmisión del verme.

Las larvas lanzadas al ambiente junto con las heces pueden contaminar otras personas o evolucionar para la vida adulta en el medio ambiente, de esta vez volviéndose macho o hembra (dentro del intestino, la larva siempre se vuelve una hembra en la fase adulta).

Desde el momento de la contaminación hasta la liberación de nuevas larvas por las heces, suele haber un intervalo de 3 a 4 semanas. Por lo tanto, una vez infectado, el paciente pasa a ser un potencial transmisor en alrededor de un mes.

Autoinfección

El Strongyloides stercoralis es el único helminto capaz de completar su ciclo de vida dentro del hospedero. Ni todas las larvas nacidas en el intestino serán excretadas en las heces. Algunas de ellas consiguen penetrar la mucosa del colon o la piel de la región perianal y volver a la circulación sanguínea, yendo en dirección a los pulmones. De este modo, el paciente se autoinfecta, haciendo posible la perpetuación de la parasitosis.

En pacientes con sistema inmunológico intacto, este ciclo de autoinfección es limitado. Sin embargo, si el paciente es inmunodeprimido, puede haber un proceso de autoinfecciones macizas, provocando un cuadro de superinfección por el Strongyloides stercoralis y una estrongiloidiasis diseminada.

La estrongiloidiasis diseminada es aquella en que el verme logra acometer órganos extraintestinales, como sistema nervioso central, corazón, tracto urinario, glándulas, etc. Todos los órganos y tejidos pueden ser invadidos.

Síntomas

La mayoría de los pacientes infectados por el Strongyloides stercoralis no presenta síntomas relevantes. En algunos casos, la única pista para la verminosis es un aumento del número de eosinófilos (eosinofilia) en el hemograma.

Cuando existen síntomas de estrongiloidiasis, el cuadro más común es de dolor abdominal, en general alrededor del estómago, semejante a un dolor de gastritis, que puede o no estar acompañado de vómitos, mareos, diarrea o pérdida del apetito.

Lesiones en la piel en el sitio de la penetración de las larvas también son un hallazgo común. El local más común es el pie. Estas lesiones son pequeñas inflamaciones que pueden picar en demasía. En algunos casos, las lesiones tienen forma de serpiente, evidenciando el camino de migración de la larva dentro de la piel.

Síntomas respiratorios ocurren en alrededor del 10% de los pacientes durante la fase de migración de las larvas hasta los pulmones. Tos, garganta irritada, falta de aire, fiebre e inclusive expectoración sanguinolenta son algunos de los posibles síntomas. También pueden ocurrir cuadros semejantes al asma o a la neumonía.

Los cuadros severos suelen ocurrir en pacientes con sistema inmunológico debilitado. El paciente con síndrome de superinfección presenta varios de los síntomas descritos anteriormente y de forma más severa. La mortalidad en estos casos es muy alta.

A pesar de ser un parásito, la estrongiloidiasis, en estos casos, puede favorecer la aparición de infecciones generalizadas por bacterias naturales en los intestinos.

Factores de riesgo para la estrongiloidosis severa

Como ya fue explicado, pacientes sanos suelen presentar cuadros blandos de estrongiloidosis con ningún o pocos síntomas. Pero en los pacientes inmunosuprimidos, la infección por Strongyloides stercoralis puede volverse un cuadro dramáticamente severo. Entre las personas con mayor riesgo están:

Diagnóstico

En la mayoría de los casos, se hace el diagnóstico de la estrongiloidosis por medio del examen parasitológico de heces para buscar larvas en las heces. No obstante, esta prueba presenta índice elevado de falso negativo. Los exámenes de sangre pueden ser una alternativa, con índices de diagnóstico más elevados.

Tratamiento

El tratamiento con ivermectina, 200 mcg/kg en dosis única oral, es el tratamiento de elección de la estrongiloidiasis, con una tasa de éxito cercana al 100%.

Cambendazol, Albendazol y Tiabendazol también son alternativas eficaces que se pueden utilizar cuando no se dispone de ivermectina.

Después del fin del tratamiento, se recomienda la realización de un examen parasitológico de heces después del 7º, 14º y 21º día.

Si los síntomas persisten, inclusive si los 3 examen parasitológico de heces de control son negativos, se debe pensar en falla del tratamiento. Se pueden utilizar exámenes de sangre para ayudar a sacar la duda.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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