¿Qué es la larva migrans?
La larva migrans cutánea, conocida también por erupción reptante, erupción serpiginosa o dermatitis serpiginosa, es una infección causada por larvas de parásitos que viven en los intestinos de perros y gatos, como los helmintos Ancylostoma braziliense o Ancylostoma caninum.
Esta infección se caracteriza por un trayecto cutáneo lineal o serpiginoso, que ocurre debido a la migración de las larvas a través de la piel.
La larva migrans cutánea es más común en regiones de clima tropical y subtropical y se asocia frecuentemente con personas que visitan o residen en áreas endémicas*. Trabajadores al aire libre, niños y personas que caminan descalzas en áreas arenosas se consideran grupos de riesgo. Alrededor del 75% de los casos afectan las extremidades inferiores, especialmente los pies, mientras que otras áreas, como el tronco y las extremidades superiores, se ven afectadas en menos del 10% de los casos.
* Las áreas endémicas son regiones geográficas donde una determinada enfermedad o condición ocurre de forma constante y habitual, presentando una prevalencia significativa y predecible a lo largo del tiempo. Esto implica que la enfermedad es parte del patrón de salud normal de la región, debido a factores ambientales, ecológicos o socioeconómicos específicos que favorecen su mantenimiento.
Transmisión
El ciclo de vida de los parásitos que causan la larva migrans cutánea comienza cuando los animales infectados por los helmintos, generalmente perros o gatos, eliminan los huevos del parásito a través de las heces. Las heces contaminadas, al estar en contacto con un suelo cálido, húmedo y arenoso, se convierten en un medio óptimo para la evolución de los huevos, que eclosionan y liberan las larvas. En condiciones favorables, las larvas evolucionan y se vuelven infectantes en aproximadamente 5 a 10 días, pudiendo sobrevivir en el ambiente hasta 4 semanas.
La contaminación en los humanos ocurre cuando la piel entra en contacto con el suelo contaminado con larvas, comúnmente al caminar descalzo sobre terrenos arenosos. Las playas, especialmente aquellas donde hay heces de perros y gatos en la arena, son lugares propicios para contener larvas de helmintos. Las áreas sombreadas de la arena que no están en contacto con el agua del mar son los mejores puntos para el desarrollo de las larvas.
También es importante destacar que lugares como jardines y cajas de arena al aire libre, donde los niños juegan, son fuentes potenciales de contaminación debido al hábito de los gatos de enterrar sus heces.
Alrededor de 3/4 de los casos de contaminación con las larvas que provocan la larva migrans ocurren en las extremidades inferiores, principalmente en los pies. Las contaminaciones en el tronco o en las extremidades superiores ocurren en menos del 10% de los casos. En los niños que juegan sentados en cajas de arena o en la playa, los glúteos y los muslos suelen verse afectados.
Las larvas en la tercera fase evolutiva (describo el ciclo completo más abajo) logran penetrar la capa más superficial de la piel humana, pero no pueden atravesar las capas subyacentes. Al no poder invadir más profundamente, los vermes migran de forma errática bajo la piel, formando pequeños túneles que dan lugar a los dibujos que se asemejan a mapas, justificando el nombre popular de erupción serpiginosa.
Los seres humanos se consideran hospederos accidentales porque las larvas no logran completar su ciclo de vida en el cuerpo humano. Esto ocurre porque las larvas carecen de la enzima colagenasa, necesaria para romper la membrana basal de la piel y alcanzar capas más profundas. De esta forma, las larvas permanecen confinadas a la epidermis, migrando solo en las capas superficiales de la piel y provocando una intensa reacción inflamatoria que se percibe clínicamente como los túneles serpiginosos.
Las larvas no completan su ciclo de vida en los seres humanos, ya que estos no son sus hospederos definitivos. Por lo tanto, no se reproducen ni producen huevos que puedan ser transmitidos a otras personas. En consecuencia, no existe la posibilidad de transmisión de larva migrans de persona a persona.
Ciclo de vida de la larva migrans
El ciclo de la larva migrans implica varias fases evolutivas, que se pueden describir de la siguiente manera:
- Fase de huevos: el ciclo comienza cuando los animales hospederos (generalmente perros y gatos) eliminan los huevos de los parásitos a través de las heces. Estos huevos necesitan condiciones adecuadas de temperatura, humedad y suelo arenoso para eclosionar.
- Fase de larvas rabditoides (L1 y L2 – fases no infectantes): en condiciones ambientales favorables, los huevos eclosionan y liberan las larvas en su forma inicial, conocidas como larvas rabditoides (L1). Estas larvas se alimentan de bacterias y materia orgánica presente en el suelo y, después de un período de 5 a 10 días, pasan por una muda, evolucionando a la segunda forma larval (L2). Durante esta fase, continúan desarrollándose y pasando por otra muda para alcanzar la siguiente fase.
- Fase de larvas filariformes (L3 – fase infectante): tras dos mudas, las larvas alcanzan la tercera fase de desarrollo (L3), también llamada fase filariforme. En esta fase, se vuelven infectantes y están preparadas para penetrar la piel de los hospederos. Estas larvas pueden sobrevivir en el suelo hasta cuatro semanas, esperando el contacto con un hospedero. Este es el estadio en que la larva puede penetrar la piel humana al entrar en contacto directo con superficies contaminadas, como suelos arenosos.
- Penetración y migración cutánea: cuando un humano o animal entra en contacto con el suelo contaminado, las larvas filariformes (L3) penetran la capa más superficial de la piel. En el cuerpo humano, no logran atravesar la membrana basal de la piel debido a la falta de colagenasa y migran de forma errática en la epidermis, causando los túneles característicos de la larva migrans cutánea.
- Huésped accidental: en el ser humano, que es un huésped accidental, las larvas no logran completar el ciclo de vida debido a la falta de condiciones adecuadas y permanecen solo en la superficie de la piel, migrando y desencadenando una respuesta inflamatoria.
Al contrario de lo que ocurre en perros y gatos, la ingestión de huevos o larvas de Ancylostoma braziliense o Ancylostoma caninum por parte de los humanos no suele provocar una infección, ya que el ciclo del parásito no está adaptado para desarrollarse en el tubo digestivo humano.
Síntomas
El momento de la penetración de las larvas puede pasar desapercibido, pero en algunos pacientes es posible notar la presencia de una pápula (un punto elevado de aproximadamente 1 cm de diámetro) rojiza y pruriginosa. Si el suelo está intensamente contaminado con larvas, pueden surgir múltiples pápulas en la piel, indicando varios puntos de invasión.
De dos a seis días después de la invasión, aparecen los pequeños túneles causados por la migración del parásito bajo la piel. Cada invasión origina un túnel. Estas lesiones son discretamente elevadas, serpiginosas, de color marrón rojizo y provocan mucha picazón. Los túneles avanzan entre 2 y 5 cm por día y pueden formar dibujos intrincados.
Con el paso de los días, la parte más antigua del trayecto tiende a desinflamarse, dejando una franja más oscura que desaparecerá posteriormente.
La duración del proceso es muy variable, pudiendo curarse espontáneamente al cabo de 2 semanas o durar meses. La larva migrans, cuando desaparece espontáneamente sin tratamiento, puede reaparecer semanas o meses después.
El síntoma más molesto es la picazón, que incluso puede impedir al paciente dormir. Si el paciente se rasca demasiado, puede provocar heridas y facilitar la contaminación de la piel por bacterias, llevando a cuadros de celulitis o erisipela.
Para ver más imágenes de larva migrans cutánea, visita: Fotos de larva migrans cutánea.
Diagnóstico
El diagnóstico suele ser clínico, basado en la historia de exposición a suelos contaminados y en la observación de las lesiones cutáneas serpiginosas características. Nuevas tecnologías, como la dermatoscopia y la videodermatoscopia, pueden ayudar a visualizar las larvas y confirmar el diagnóstico en casos dudosos.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial es esencial para evitar confusiones con otras condiciones dermatológicas. Condiciones como estrongiloidiasis (larva currens), gnatostomiasis, loiasis y dracunculiasis pueden causar lesiones similares y deben considerarse.
También es importante diferenciar estas lesiones de otras condiciones como tinea pedis, dermatitis de contacto, impétigo, micosis superficial, escabiosis y foliculitis.
Tratamiento
El tratamiento de la larva migrans se realiza con fármacos antiparasitarios con acción contra helmintos, como el tiabendazol, el Albendazol o la Ivermectina.
La ivermectina se utiliza en una dosis de 200 mcg/kg al día, durante uno o dos días. Los estudios indican que una dosis única tiene una tasa de curación de entre el 94% y el 100%. Los pacientes con casos de foliculitis causada por ancilostomídeos pueden requerir dos días de tratamiento con ivermectina.
El albendazol se prescribe habitualmente en una dosis de 400 mg al día durante tres días.
El tiabendazol puede aplicarse como pomada en casos iniciales, leves o con pocas lesiones. El tratamiento tópico con tiabendazol tiene una duración de 5 a 7 días y es eficaz para detener la progresión de las lesiones y aliviar la picazón.
Se recomiendan antihistamínicos para controlar el prurito y los corticosteroides tópicos en casos de reacciones alérgicas intensas.
Las lesiones y la picazón suelen mejorar en las primeras 48 horas de tratamiento.
Referencias
- Hookworm-related cutaneous larva migrans – UpToDate.
- Treatment of cutaneous larva migrans – Clinical infectious diseases.
- Cutaneous larva migrans – British Medical Journal.
- Treatment of Cutaneous Larva Migrans – New England Journal of Medicine.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
Leave a Comment