Miocarditis: qué es, síntomas, causas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro

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Miocarditis: qué es, síntomas, causas y tratamiento

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¿Qué es la miocarditis?

Miocarditis es el nombre que se le da a la inflamación del músculo cardíaco, llamado miocardio. Existen decenas de causas de miocarditis, incluyendo infecciones por virus, bacterias, protozoos u hongos, medicamentos, enfermedades autoinmunes, consumo excesivo de alcohol, consumo de cocaína, etc.

Las principales consecuencias de la miocarditis aguda son el fallo de bombeo cardíaco, es decir, la disminución de la capacidad del corazón para bombear sangre, y la aparición de arritmias cardíacas.

Otras formas de inflamación o infección del corazón son la endocarditis y la pericarditis, temas tratados en artículos específicos, a los que se puede acceder en los siguientes enlaces:

¿Cómo surge la miocarditis?

La pared del corazón se divide en 3 capas:

  • La capa más interna, que está directamente en contacto con la sangre en la cavidad del corazón, se llama endocardio.
  • La capa más externa, que cubre la parte exterior del corazón, se llama pericardio.
  • Entre estas dos capas delgadas se encuentra una capa gruesa de músculo, responsable de la contracción del corazón y bombeo de la sangre, llamada miocardio.
Capas de la pared del corazón.: endocardio, miocardio y pericardio.
Capas de la pared del corazón.: endocardio, miocardio y pericardio.

Como se mencionó anteriormente, cualquiera de estas capas puede inflamarse, causando endocarditis, miocarditis o pericarditis. Cuando el pericardio y el miocardio se inflaman juntos, lo llamamos miopericarditis.

La miocarditis suele ser provocada por un virus y puede tener un curso clínico muy variable, que va desde cuadros leves, prácticamente sin síntomas, hasta situaciones catastróficas, con fallo agudo de la bomba cardíaca e incapacidad del corazón para bombear sangre.

Causas

Hay docenas de causas de miocarditis, pero las infecciones virales son las más comunes. La miocarditis viral suele ser responsable de la aparición repentina de miocarditis en niños o adultos sanos.

Ya se han identificado al menos 20 virus diferentes como posibles causas de miocarditis viral, entre ellos:

La miocarditis viral suele aparecer durante o poco después de una infección viral, que puede ser tan simple como un resfriado. En general, menos del 1 % de las infecciones víricas acaban afectando al corazón, pero en las infecciones por el virus Coxsackie B, la incidencia de la miocarditis puede llegar al 5 %.

Miocarditis inducida por vacunas

Aunque hay casos raros de miocarditis aguda inducida por vacunas, el más reciente descrito con las nuevas vacunas contra covid-19, en general, el efecto de la vacunación es en gran medida beneficioso.

Las vacunas más frecuentemente relacionadas con casos de miocarditis son las de viruela, influenza y hepatitis B. Aun así, los casos son muy raros y mucho menos comunes que las miocarditis inducidas por los mismos virus que protege la vacuna.

En los últimos años, la incidencia de miocarditis ha disminuido, probablemente porque muchos de los virus enumerados anteriormente se pueden prevenir con las vacunas que forman parte del calendario nacional de vacunación.

Cada caso raro de miocarditis inducida por la vacuna se compensa con miles de casos de miocarditis virales prevenidos por la vacuna.

En el caso concreto de la miocarditis inducida por vacunas contra la COVID-19, la afección es más frecuente en hombres jóvenes y suele ser benigna, con recuperación espontánea completa a los pocos días. Además, el riesgo de muerte por COVID-19 en la población joven es unas 10 veces mayor que el riesgo de miocarditis vacunal.

Otras causas de miocarditis

A pesar de la miocarditis viral ser la principal causa de miocarditis, no es la única. Hay docenas de otras causas, como, por ejemplo:

Síntomas

Como ya se mencionó, la miocarditis suele ser una afección leve, con pocos o ningún síntoma. En ocasiones, el paciente confunde los síntomas de una miocarditis leve con los del virus que la provoca.

El gran problema es cuando la afectación del músculo cardíaco provoca una disfunción del mismo, dando lugar a una afección denominada insuficiencia cardíaca.

En los pacientes que desarrollan síntomas, los más comunes son el cansancio – que en los casos más graves puede presentarse incluso con actividades de baja intensidad, como caminar, bañarse, cambiarse de ropa o peinarse -, hinchazón de las piernas, dificultad para respirar y arritmias cardíacas.

El dolor torácico en pacientes con miocarditis puede reflejar una pericarditis asociada. La miopericarditis puede simular isquemia y/o infarto de miocardio tanto sintomáticamente como en el electrocardiograma (ECG), particularmente en pacientes más jóvenes.

En algunos casos, la miocarditis se presenta de forma fulminante, provocando un cuadro súbito y severo de insuficiencia cardíaca, llevando rápidamente al paciente a un estado de shock circulatorio. Si la atención médica no es rápida, el paciente progresa hasta la muerte.

Se estima que hasta un 20 % de las muertes súbitas en pacientes menores de 40 años se deben a miocarditis. La muerte puede ser consecuencia de un shock cardiogénico o de la aparición de una arritmia maligna provocada por la inflamación del miocardio (lea también: Muerte súbita: causas en adultos, deportistas y bebés).

Aunque la miocarditis fulminante es una forma catastrófica de insuficiencia cardíaca, si el paciente es tratado a tiempo y logra sobrevivir a la fase crítica, a largo plazo el pronóstico es bueno, ya que la mayoría se recupera por completo y mantiene un corazón en buen funcionamiento.

La miocarditis también puede presentarse en una forma menos exuberante, con un inicio más lento pero progresivo de insuficiencia cardíaca. Los síntomas de cansancio, edema y dificultad para respirar se van instalando con el paso de los días.

La historia típica en la que pensar para la miocarditis es la de un paciente relativamente joven, a veces deportista, sin enfermedad cardíaca previa ni factores de riesgo, que desarrolla, alrededor de 1 o 2 semanas después de un episodio viral, una insuficiencia cardíaca inexplicable.

En las formas subagudas de miocarditis, el paciente puede progresar a una miocardiopatía dilatada, que es una forma irreversible de agrandamiento del corazón.

A diferencia de la forma fulminante, la forma subaguda puede no provocar la muerte rápidamente, pero el riesgo de daño permanente al corazón es mayor. En las formas subagudas, también existe el riesgo de arritmias cardíacas, siendo la muerte súbita uno de los posibles desenlaces.

En resumen, los signos y síntomas más típicos de la miocarditis son:

  • Falta de aliento durante una actividad o cuando estás acostado.
  • Fatiga y debilidad.
  • Hinchazón en las piernas, en los tobillos y en los pies.
  • Aumento de peso debido a la acumulación de líquidos.
  • Náuseas y falta de apetito.
  • Arritmia cardíaca.
  • Dolor de pecho.
  • Muerte súbita.

Diagnóstico

Se debe sospechar miocarditis en todos los pacientes con signos y síntomas de insuficiencia cardíaca sin causa aparente.

La insuficiencia cardíaca suele ser una enfermedad de progresión lenta, que empeora con los años y se presenta en personas mayores, generalmente con hipertensión de larga evolución y enfermedad coronaria. La insuficiencia cardíaca que se desarrolla rápidamente en pacientes sin factores de riesgo siempre debe ser una señal de advertencia de miocarditis.

También se debe sospechar miocarditis en pacientes jóvenes, sin factores de riesgo de enfermedad coronaria, que presenten niveles elevados de troponina en la sangre (enzima que indica daño cardíaco) y cambios en el electrocardiograma. Asimismo, las arritmias cardíacas que surgen en pacientes previamente sanos también pueden ser un signo de inflamación del músculo cardíaco.

El ecocardiograma es el examen utilizado para el diagnóstico de insuficiencia cardíaca, pero no es capaz de decir con certeza el origen del problema. La resonancia magnética del corazón es un examen más sensible, pudiendo identificar la presencia de inflamación miocárdica.

A pesar de todas las indicaciones que nos pueden proporcionar los exámenes complementarios, en muchos casos, la certeza del diagnóstico solo se obtiene a través de una biopsia de miocardio. Este procedimiento, sin embargo, no se realiza de forma rutinaria en casos menos severos, ya que es un procedimiento invasivo realizado mediante cateterismo cardíaco.

Tratamiento

El tratamiento de la miocarditis depende de la causa y de la gravedad. Los casos leves no requieren ningún tratamiento específico y tienden a curar espontáneamente con el tiempo.

En pacientes con síntomas, el tratamiento para la insuficiencia cardíaca de la miocarditis es similar a lo que se recomienda para insuficiencia cardíaca clásica causada por hipertensión de larga evolución o enfermedad isquémica cardíaca. Restricción dietética de sal, diuréticos, bloqueadores beta y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) son el pilar del tratamiento.

En las miocarditis causadas por virosis, fármacos antivirales, como el Interferón beta, pueden ser utilizados, pero solamente son eficaces si iniciados tempranamente.

En casos de miocarditis fulminante, el paciente debe ser hospitalizado en unidades de cuidados intensivos para recibir todos los cuidados hemodinámicos y respiratorios que un fallo agudo de la bomba cardíaca demanda.

En general, el corazón se recupera totalmente con el tiempo, pero algunos casos pueden convertirse en dilatación permanente de las cavidades del corazón. En estos casos, si la insuficiencia cardíaca no puede ser adecuadamente controlada con medicamentos, el trasplante de corazón se convierte en la única opción de tratamiento.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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