Trastorno de ansiedad: qué es, síntomas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro & Dra. Claudia Miliauskas

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Trastorno de ansiedad

Tiempo estimado de lectura del artículo: 5 minutos

Introducción

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es una afección cada vez más frecuente en la actualidad. Caracterizado por una preocupación excesiva y persistente, este trastorno puede perjudicar significativamente la calidad de vida de los afectados.

Si sufre TAG o conoce a alguien que lo padezca, este artículo es para usted. Aquí trataremos los principales síntomas, causas y tratamientos disponibles para el trastorno de ansiedad generalizada, de modo que pueda comprender mejor esta afección y buscar ayuda cualificada. No deje que la ansiedad controle su vida.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un sentimiento natural que suele surgir cuando experimentamos situaciones que nos provocan estrés, miedo o aprensión.

Sentir ansiedad en respuesta a un acontecimiento concreto es tan normal como sentir miedo, tristeza, felicidad o irritación. De hecho, la ansiedad puede ser incluso beneficiosa en algunas situaciones, porque nos hace estar más alerta y preparados para afrontar situaciones peligrosas.

Sin embargo, la ansiedad como trastorno psiquiátrico es algo completamente distinto. Decimos que el paciente padece un trastorno de ansiedad cuando su preocupación es prolongada, intensa e incontrolable, hasta el punto de obstaculizar sus actividades personales y profesionales. A menudo, estos ataques de ansiedad surgen sin una causa aparente o justificable.

Aunque el trastorno de pánico y el trastorno de ansiedad generalizada comparten síntomas comunes y a menudo se asocian, se consideran afecciones distintas.

El síndrome de pánico se caracteriza por episodios recurrentes de ataques de pánico, es decir, episodios de miedo intenso, que aparecen de forma brusca, pueden tardar varios minutos u horas en pasar y suelen venir acompañados de síntomas físicos, como palpitaciones, temblores, sudoración, dificultad para respirar o miedo a morir.

Por otro lado, el trastorno de ansiedad generalizada implica una ansiedad o preocupación excesiva y persistente por diversos ámbitos de la vida, como la salud, el trabajo, las finanzas o las relaciones. En general, estas preocupaciones parecen realistas; sin embargo, suelen ser desproporcionadas en relación con el impacto del acontecimiento previsto o el objeto de preocupación.

El trastorno de ansiedad generalizada es uno de los diversos trastornos que forman parte del grupo de trastornos psiquiátricos clasificados como trastornos de ansiedad.

Si quieres saber más sobre el trastorno de pánico, lee: Trastorno de pánico – Causas, Síntomas y Tratamiento.

Es habitual que la gente tenga ideas erróneas sobre el TAG y los trastornos de ansiedad en general. Por ejemplo, es común pensar que la ansiedad es una debilidad o que las personas con trastornos de ansiedad pueden simplemente superar sus síntomas con fuerza de voluntad.

Sin embargo, es importante aclarar y subrayar que la ansiedad es un trastorno real y tratable, pero que no depende simplemente de la voluntad del paciente, sino que requiere ayuda profesional.

Qué son los trastornos de ansiedad

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), los trastornos de ansiedad son un grupo de trastornos psiquiátricos que comparten rasgos de miedo y ansiedad excesiva. Son enfermedades diferentes, pero que tienen signos y síntomas similares.

Los principales trastornos mentales que conforman el grupo de los trastornos de ansiedad son:

  • Trastorno de ansiedad generalizada.
  • Trastorno de pánico.
  • Fobia social.
  • Agorafobia.
  • Trastorno de ansiedad de separación.
  • Fobias específicas.

Nota: incluso en la versión anterior del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-4), el trastorno obsesivo-compulsivo y el estrés postraumático también eran considerados trastornos de ansiedad.

El paciente con trastorno de ansiedad suelen tener más de una de las enfermedades del grupo. Por ejemplo, en pacientes con trastorno de ansiedad generalizada, que es el foco de este artículo, las siguientes enfermedades también suelen estar presentes:

  • Fobia social (en el 20 al 35% de los casos).
  • Fobia específica (en el 25 al 35% de los casos).
  • Trastorno de pánico (en el 20 al 25% de los casos).

Qué es el trastorno de ansiedad generalizada (TAG)

El trastorno de ansiedad generalizada es, junto con los ataques de pánico, la principal enfermedad del grupo de los trastornos de ansiedad, que afecta cerca del 3 a 5% de la población.

El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una persistente y excesiva ansiedad o preocupación que interfiere con las actividades diarias del paciente y puede acompañarse de síntomas físicos, tales como fatiga, inquietud, dificultad para concentrarse, tensión muscular e insomnio (hablaremos de los síntomas más adelante).

Generalmente, la ansiedad excesiva está relacionada con situaciones cotidianas, tales como trabajo, salud de la familia, cuestiones financieras o incluso pequeños problemas, tales como reparar el coche o encuentros con otras personas.

En general, el grado de preocupación es desproporcionado en relación con la razón, al punto de la inmensa mayoría de los pacientes con TAG responder afirmativamente a la siguiente pregunta: «¿Usted se preocupa excesivamente con cuestiones pequeñas?».

Los pacientes con TAG se sienten ansiosos casi todos los días y frecuentemente tienen que tratar de recordar la última vez que se sintieron relajados, ya que las crisis de ansiedad se superponen. Cuando una razón para ser ansioso se resuelve, entonces inmediatamente surge otra.

El trastorno de ansiedad generalizada es dos veces más común en mujeres que en hombres y aparece generalmente alrededor de los 30 años de edad, aunque pueda estar presente tanto en niños como en ancianos.

Además de la asociación con otros trastornos de ansiedad, el trastorno de ansiedad generalizada también a menudo se asocia con un cuadro de depresión.

Causas

Así como ocurre con muchos trastornos psiquiátricos, las causas exactas del trastorno de ansiedad generalizada no se entienden completamente. Sabemos que hay un relevante componente genético, ya que la historia familiar es un dato importante.

Factores ambientales también son importantes. Traumas de infancia, abusos, abandono de uno de los padres, bullying, muerte de un ser amado, interrupción del uso de una sustancia química adictiva, divorcio o desempleo son algunos de los eventos que pueden ayudar a desencadenar un cuadro de TAG. Personas con enfermedades físicas crónicas, especialmente aquellas que causan dolor persistente, también tienen un mayor riesgo.

Algunos tipos de personalidad también están más asociados con un mayor riesgo de desarrollar TAG, incluyendo personas muy tímidas o que presentan un temperamento negativo, con irritación, falta de paciencia y tristeza frecuente.

Estudios del metabolismo y de la actividad del cerebro muestran que pacientes con trastorno de ansiedad generalizada presentan desequilibrios en la cantidad de algunos neurotransmisores del cerebro, como la serotonina y la noradrenalina. También hay pruebas de que algunas áreas del cerebro implicadas en el control de las emociones y del comportamiento se encuentran hiperactivas.

Síntomas

La preocupación excesiva y persistente es considerada la principal característica del trastorno de ansiedad generalizada, pero no es el único síntoma que el paciente presenta.

Los síntomas comunes del TAG pueden dividirse en psicológicos y físicos.

Síntomas psicológicos del trastorno de ansiedad generalizada

  • Incapacidad de relajar la mente.
  • Inquietud.
  • Fácil irritación.
  • Miedo frecuente.
  • Sensación de estar en el límite.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Sensación de que la mente a menudo «se queda en blanco».
  • Miedo de tomar decisiones por miedo de cometer errores.
  • Estresarse cuando estás indeciso.
  • Quedarse preocupado por preocuparse demasiado.
  • Imaginar siempre resultados negativos para cualquier situación.

Es común que el paciente se quede excesivamente preocupado por cuestiones que no son racionales, como tener un miedo constante de que haya un terremoto, incendio en casa o que un familiar vaya a desarrollar una enfermedad grave en cualquier momento.

Síntomas físicos del trastorno de ansiedad generalizada

El trastorno de ansiedad generalizada suele ser una enfermedad crónica cuya gravedad fluctúa con el tiempo.

Es importante señalar que los síntomas del TAG varían de una persona a otra. Algunos de los síntomas más comunes son tensión muscular, irritabilidad, fatiga, dificultad para concentrarse, insomnio y problemas gastrointestinales. Además, la ansiedad constante puede afectar negativamente a la calidad de vida del individuo e interferir en sus actividades cotidianas.

La enfermedad generalmente comienza de forma gradual, que puede tardar meses o inclusive años para que se establezca un cuadro clínico completo.

Los pacientes con otros trastornos psiquiátricos asociados, tales como trastorno de pánico, fobia social o depresión, a menudo presentan un peor pronóstico, con más dificultades para regresar a una vida productiva.

Los pacientes con TAG tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión, enfermedades cardíacas, problemas digestivos y abuso de sustancias químicas, como el alcohol, por ejemplo.

Diagnóstico

El diagnóstico del TAG debe ser realizado por un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o un psicólogo.

El diagnóstico se da en individuos con ansiedad y preocupación excesivas que se producen casi todos los días durante al menos seis meses, se asocian a síntomas somáticos (tensión muscular, irritabilidad, trastornos del sueño), no se deben a efectos de sustancias ni a otra afección médica, y causan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes del funcionamiento.

Más concretamente, los criterios diagnósticos del DSM-5 para el trastorno de ansiedad generalizada son:

  • A. Ansiedad y preocupación excesivas (anticipación aprensiva), que se producen la mayoría de los días durante al menos seis meses, acerca de diversos acontecimientos o actividades (como el rendimiento escolar o laboral).
  • B. Al paciente le resulta difícil controlar la preocupación.
  • C. La ansiedad y la preocupación están asociadas a 3 o más de los 6 síntomas siguientes (con al menos algunos de ellos presentes la mayoría de los días durante los últimos seis meses) (en los niños, basta con 1 de los 6 síntomas):
    • 1. Inquietud o sensación de nerviosismo.
    • 2. Fatiga fácil.
    • 3. Dificultad para concentrarse o sensación de «embotamiento» de la mente.
    • 4. Irritabilidad.
    • 5. Tensión muscular.
    • 6. Alteraciones del sueño (dificultad para dormir, para permanecer durmiendo, sueño intranquilo o insatisfactorio).
  • D. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan un deterioro clínicamente significativo en el ámbito social, laboral u otras áreas cruciales de la vida del paciente.
  • E. El trastorno no es atribuible a los efectos fisiológicos de una sustancia (por ejemplo, drogas o medicamentos) o a otra afección médica (por ejemplo, hipertiroidismo).
  • F. El trastorno no se explica mejor por otro trastorno mental. Dado que la mayoría de los síntomas de ansiedad no son específicos del TAG, es importante excluir los demás trastornos de ansiedad antes de realizar el diagnóstico.

Tratamiento

El tratamiento del TAG se hace generalmente con una combinación de medicamentos y psicoterapia, generalmente con terapia cognitivo-conductual.

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La TCC ayuda al paciente a comprender cómo los problemas, pensamientos, sentimientos y comportamientos lo afectan. La terapia también puede ayudar a cuestionar los pensamientos negativos y la ansiedad.

La terapia cognitivo-conductual implica generalmente una consulta semanal con un  terapeuta especializado, con una duración en promedio de 1 hora.

Terapia farmacológica

La segunda etapa del tratamiento de trastorno de ansiedad generalizada se realiza con medicamentos, generalmente de la clase de los antidepresivos.

El tratamiento se realiza durante al menos un año. Si el paciente, sin embargo, tiene recaídas siempre que hay suspensión de la droga, el tratamiento con fármacos puede permanecer indefinidamente.

Los fármacos de primera línea son los antidepresivos inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS), tales como: escitalopram, citalopram, sertralina, paroxetina o fluoxetina.

Otra opción aceptable son los antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina, como la venlafaxina o la duloxetina.

También se puede utilizar: buspirona o pregabalina.

Las benzodiacepinas son un tipo de sedantes que pueden utilizarse como tratamiento a corto plazo durante un período de crisis aguda de ansiedad intensa porque ayudan a aliviar los síntomas rápidamente, dentro de 30 a 90 minutos después de su ingesta.

Clonazepam, Diazepam y Lorazepam son los fármacos más ampliamente utilizados de esta clase.

Prevención

Aunque el TAG no puede prevenirse por completo, algunas medidas pueden ayudar a prevenir o reducir los síntomas.

Mantener una dieta sana, reducir la carga de trabajo, hacer ejercicio con regularidad, reducir el consumo de alcohol y cafeína, establecer rutinas regulares de sueño y participar en actividades relajantes, como el yoga y la meditación, pueden ayudar a reducir los niveles de ansiedad.

La actividad física frecuente, sobre todo si se realiza con frecuencia durante más de 6 meses seguidos, es muy eficaz para prevenir o al menos reducir los síntomas del TAG.


Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

Psiquiatra e investigadora del Laboratorio Interdisciplinario de Investigación en Atención Primaria de Salud (LIPAPS). Profesora Asistente, Disciplina de Psicología Médica, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad del Estado de Rio de Janeiro (FCM/UERJ). Coordinadora del Centro de Salud Mental de la Policlínica Piquet Carneiro/UERJ.

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