Ácido mefenámico: qué es, para qué sirve y dosis

Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro

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Ácido mefenámico: qué es, para qué sirve y dosis

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Introducción

El ácido mefenámico es un medicamento de la clase de los antiinflamatorios (AINE) que presenta propiedades analgésicas y antiinflamatorias.

A pesar de este efecto inflamatorio y analgésico ser de leve a moderada intensidad, el ácido mefenámico parece ser especialmente efectivo en el tratamiento de cólicos menstruales.

Atención: este texto no pretende reproducir el prospecto completo del ácido mefenámico. Lo qué vamos a hacer es una revisión crítica del fármaco en un lenguaje más accesible para el público en general, eliminando partes del prospecto que contiene un lenguaje más técnico y destacando las informaciones realmente relevantes para los pacientes que deseen tomar la medicina.

Si estás buscando informaciones generales sobre todos los medicamentos de la clase de fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE), lee: Antiinflamatorios: acción y efectos Secundarios.

Para qué sirve el ácido mefenámico

El ácido mefenámico está indicado generalmente para:

Entre todas las condiciones antes mencionadas, la dismenorrea primaria es la causa más común de prescripción de ácido mefenámico.

¿Por qué el ácido mefenámico parece ser la mejor opción para los cólicos menstruales?

A lo largo de la primera fase del ciclo menstrual, el endometrio – pared interna del útero – se vuelve cada vez más espeso y vascularizado, de forma a estar apto para recibir un embrión, si la mujer es fecundada después de la ovulación. Sin embargo, si el óvulo no es fecundado, los niveles de las hormonas que estimularon la proliferación endometrial en la primera fase del ciclo caen bastante, y esta espesa pared uterina literalmente cae, caracterizando la menstruación.

Para que todo este tejido desvitalizado sea expulsado, el útero a menudo necesita contraerse, motivo por el cual las mujeres sienten cólicos durante la menstruación. Esta contracción uterina es provocada por mediadores químicos llamados prostaglandinas.

En algunas mujeres, las prostaglandinas actúan de forma exagerada, provocando contracciones tan intensas que inclusive los vasos sanguíneos uterinos se comprimen, causando una isquemia temporal del útero. Las mujeres que suelen tener intensos cólicos menstruales generalmente presentan niveles elevados de prostaglandina en el fluido menstrual.

Mientras la mayoría de los antiinflamatorios actúa inhibiendo la producción de prostaglandinas, el ácido mefenámico también actúa sobre las prostaglandinas ya producidas. En virtud de este efecto adicional, a pesar de que todos los antiinflamatorios son efectivos para tratar los cólicos menstruales, el ácido mefenámico parece ser uno de los que mejores resultados presenta.

Nombres comerciales

El ácido mefenámico puede encontrarse en su forma genérica o a través de los varios nombres comerciales disponibles en el mercado, entre los que destacamos:

  • Argentina: Ponstil Forte.
  • Chile: Adesna, Algifemin, Flipal, Sicadol Forte, T-nol 500mg, Tanston, Templadol, Truasinol.
  • España: Coslan.
  • México: Artriden, Namifen, Ponstan.
  • Paraguay: Migranon Eva, Sicadol Forte
  • Uruguay: Ponstil.
  • Venezuela: Ponstan.

Las presentaciones disponibles son comprimidos de 250 y 500 mg.

Cómo tomar

Hay dos maneras correctas de la administración del ácido mefenámico:

  • 1 pastilla de 500 mg de 8/8 horas durante 3 a 5 días.
  • 1 pastilla inicial de 500 mg seguido de 250 mg cada 6 horas durante 3 a 5 días.

Debido al riesgo de efectos secundarios, se recomienda que el medicamento no se utilice por más de 7 días seguidos.

La pastilla puede ser administrada con las comidas, pero no debe ser partida, triturada o masticada.

Efectos secundarios

Los efectos adversos más comunes del ácido mefenámico son:

Como es un medicamento antiinflamatorio no esteroide, el ácido mefenámico comparte los efectos adversos más graves de esta clase, siendo el más relevante el riesgo de úlcera péptica, lesión renal aguda y aumento del riesgo de eventos cardiovasculares. Cuánto más largo es el uso del AINE, mayor será la posibilidad de ocurrir estas complicaciones.

Para minimizar el riesgo de efectos secundarios graves, es sugerido la utilización del fármaco durante solamente 3 a 5 días seguidos, además de evitar su administración en personas mayores de 65 años.

Contraindicaciones y precauciones

No se debe administrar el ácido mefenámico en cualquier paciente que haya sufrido reacción alérgica o crisis de broncoespasmo relacionada con cualquier AINE o ácido acetilsalicílico.

Como los fármacos antiinflamatorios inhiben la acción de las plaquetas, en pacientes con cirugía programada, se debe suspender el medicamento al menos 48 horas antes del procedimiento a fin de reducir el riesgo de sangrado en el período intra y postoperatorio.

El ácido mefenámico también debe ser evitado en pacientes con las siguientes condiciones:

  • Insuficiencia cardíaca.
  • Alto riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Antecedentes de gastritis o úlcera péptica.
  • Historia de hemorragia digestiva.
  • Insuficiencia renal.
  • Enfermedad hepática avanzada, como cirrosis.
  • Hipertensión arterial mal controlada.
  • Sangrados activos.
  • Trombocitopenia (nivel sanguíneo de plaquetas muy bajo).
  • Hiperpotasemia (niveles elevados de potasio en la sangre).
  • Embarazo.
  • Lactancia materna.

Cualquier antiinflamatorio no esteroide puede deteriorar la fertilidad femenina y, siendo así, también debe ser evitado en mujeres que están tratando de concebir.

Interacciones medicamentosas

La asociación de ácido mefenámico con otros medicamentos puede causar los siguientes efectos adversos por interacción medicamentosa:

  • Cualquier otro AINE: riesgo elevado de lesión gastrointestinal y renal.
  • Alcohol: alto riesgo de efectos adversos gastrointestinales y toxicidad del hígado.
  • Anticoagulantes (ej. heparina y warfarina):  mayor riesgo de sangrado.
  • Inhibidores de agregación plaquetaria (ej. ticlopidina y clopidogrel): mayor riesgo de sangrado.
  • Litio: mayor riesgo de aumento de los niveles de litio en la sangre.
  • Metotrexato: mayor riesgo de toxicidad hematológica.
  • Colchicina: mayor riesgo de ulceración o  hemorragia gastrointestinal.
  • Corticosteroides (ej. prednisona, prednisolona, dexametasona): mayor riesgo de ulceración o sangrado gastrointestinal.
  • Diuréticos (ej. furosemida, hidroclorotiazida, clortalidona): reducción de la efectividad del diurético y mayor riesgo de desarrollar insuficiencia renal aguda.
  • Espironolactona: mayor riesgo de hiperpotasemia (potasio elevado en la sangre) y lesión renal aguda.
  • Inhibidores de ECA (ej. ramipril, enalapril, lisinopril) o antagonistas de la angiotensina II (ej. irbesartán, losartán, valsartán): mayor riesgo de hiperpotasemia (niveles elevados de potasio  en la sangre) y lesión renal aguda.
  • Tenofovir: mayor riesgo de lesión renal aguda.
  • Medicamentos antihipertensivos: reducción del efecto antihipertensivo.
  • Ciclosporina o tacrolimus: mayor riesgo de lesión renal aguda e hipertensión arterial.
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ej. fluoxetina, paroxetina, sertralina): mayor riesgo de sangrado gastrointestinal.
  • Ginkgo biloba: mayor riesgo de sangrados.
  • Insulina o agentes hipoglucemiantes orales: mayor riesgo de hipoglucemia.

Alerta a tu médico si estás tomando cualquiera de los fármacos mencionados anteriormente.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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