Cerumen (cera de los oídos): causas y tratamiento

El cerumen, conocido como cera del oído, es una sustancia producida en el canal auditivo que protege contra infecciones y suciedad. Su acumulación puede causar picazón, dolor y dificultad auditiva.
Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro

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Cerumen (cera de los oídos): causas y tratamiento

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¿Qué es el cerumen?

El cerumen, comúnmente conocido como cera de los oídos, es una sustancia producida por las glándulas de los oídos, que tiene la función de proteger la piel del conducto auditivo externo de daños provocados por el agua, traumas, cuerpos extraños, infecciones, etc.

La acumulación de cerumen es generalmente asintomática, pero puede de vez en cuando causar síntomas incómodos, tales como pérdida de audición, picazón, molestias o sensación de oído tapado.

¿Qué función tiene la cera de los oídos?

El cerumen es una sustancia producida en el conducto auditivo (o canal auditivo), que es la parte externa del sistema auditivo, situado entre la membrana timpánica y el orificio de la oreja.

La región más cercana al exterior de la oreja tiene glándulas ceruminosas y glándulas sebáceas, responsables de la producción de sebo y grasa. La cera del oído es el resultado de la mezcla de este sebo con suciedades, piel escamosa, bacterias, agua y restos de pelo.

Acumulación de cera en los oídos
Acumulación de cera en los oídos

La cera es producida exclusivamente en el tercio más externo del oído y puede ser encontrada más profundamente, cerca del tímpano, solamente si ha sido empujada por bastoncillos, horquillas, tapa de la pluma o cualquier otro cuerpo extraño insertado en el oído.

El cerumen es importante para la salud del oído, ya que sirve para protegerlo contra traumas, resequedad y bacterias. La cera tiene muchas propiedades protectoras, como la impermeabilidad al agua, presencia de anticuerpos y un pH ácido (que combate los gérmenes presentes en el oído), consistencia pegajosa, que ayuda a pegar objetos extraños, además de servir como un lubricante del conducto auditivo, que disminuye el riesgo de sequedad y lesiones.

El oído es «autolimpiador». Sus células se van renovando siempre de dentro hacia afuera, que hace con que el cerumen sea natural y continuamente empujado para fuera del oído. La gente tiende a pensar que la existencia de pequeños pedazos de cera en la parte exterior del oído es un signo de exceso de cerumen. En realidad, esto es solamente el oído trabajando adecuadamente para eliminar porciones de cera vieja.

Síntomas

Como ya fue explicado, la cera no es un problema de salud o enfermedad, por lo que su mera existencia no causa ningún síntoma.

El problema de la cera del oído se presenta cuando la misma se ve impactada y causa obstrucción del conducto auditivo. En este caso, los siguientes síntomas pueden estar presentes:

  • Disminución de la audición.
  • Sensación de oído taponado.
  • Picazón en el oído.
  • Dolor de oído.
  • Tos.
  • Tinnitus.
  • Mareos.

A menudo, la acumulación de cera en el oído se produce tan gradualmente que el paciente no se da cuenta de la pérdida progresiva de la audición. Con frecuencia, solo después de años de taponamiento del oído, es que el individuo comienza a notar que hay algo mal en los oídos.

¿Por qué la cera se impacta en el oído?

El cerumen excesivo o impactado está presente en aproximadamente 1 de cada 10 niños, 1 de cada 20 adultos y 1 de cada 3 adultos mayores.

Una de las causas más comunes de obstrucción del conducto auditivo por acumulación de cerumen es el uso de bastoncillos de algodón (cotonetes) u otros objetos para limpiar el oído. El bastoncillo es demasiado grande y termina empujando más cera de la que puede retirar. Su uso frecuente puede crear un gran tapón en la parte más profunda del conducto auditivo, dificultando que el proceso natural de limpieza del oído elimine todo el cerumen impactado.

El proceso normal de envejecimiento también puede ser un factor de riesgo. Las personas mayores producen un cerumen más duro y menos lubricado, que, junto con cambios y agresiones a la piel que recubre el oído, provocan una reducción en la capacidad de eliminar la cera.

Las personas con cambios en la anatomía del oído, ya sea de nacimiento, por infecciones frecuentes o por traumas, pueden tener un conducto auditivo más estrecho, lo que favorece la impactación de cerumen.

En algunos casos, sin embargo, no hemos podido encontrar ningún motivo claro para la ocurrencia de obstrucción del oído por cera. Algunas personas simplemente producen más cerumen del que el oído es capaz de eliminar, lo que crea un riesgo permanente de formar tapones de cerumen.

Tratamiento

El cerumen debe retirarse cuando el paciente presenta alguno de los síntomas descritos anteriormente. Básicamente, existen tres métodos para eliminar el exceso de cera en los oídos: cerumenolíticos, irrigación o extracción mecánica realizada por el otorrinolaringólogo.

Los cerumenolíticos son sustancias que pueden ser goteadas en los oídos con el objetivo de ablandar el cerumen, facilitando su expulsión natural. Uno de los cerumenolíticos más conocidos es el Cerumin®. También pueden ser utilizadas gotas de aceite mineral.

El uso de cerumenolíticos, a pesar de ser sencillo y vendido sin necesidad de receta en las farmacias, no debe ser hecho sin la orientación de un otorrinolaringólogo. Personas con lesiones en el tímpano, dolor o signos de infección en el oído no deben gotear nada sin consejo médico. También existe el riesgo de los cerumenolíticos quedarse por detrás del corcho de cera, causando irritación de la membrana timpánica.

La irrigación es otra opción válida para la remoción del cerumen. Se realiza el procedimiento con un chorro de solución salina tibia en el oído con una jeringa grande de 200 ml. El uso previo de cerumenolíticos ayuda a ablandar la cera y aumenta la eficacia del procedimiento. La irrigación tampoco debe realizarse en pacientes con dolor, perforación del tímpano o signos de infección de oído.

A pesar de ser un procedimiento sencillo, lo más seguro es evitar su uso en el hogar sin la ayuda de un profesional, ya que existen riesgos de perforación del tímpano e infección del oído si la irrigación se realiza de forma incorrecta.

La eliminación mecánica del cerumen es el método más rápido y más eficaz, pero solamente puede ser ejecutado por un otorrinolaringólogo. El médico, con instrumentos especiales, puede ver directamente dentro del oído y puede quitar fácilmente el exceso de cera impactada.

Vela de oído (velas Hopi)

La «vela de oído» consiste en encender un extremo de una vela hueca y colocar el otro extremo en el oído. Teóricamente, la combustión del oxígeno dentro de la vela crea un vacío que es capaz de «succionar» la cera de dentro del oído.

Este método, a pesar de ser frecuentemente divulgado en los medios sociales, no presenta ningún soporte científico desde el punto de vista de la eficacia ni de la seguridad. Por el contrario, varias complicaciones derivadas del tratamiento ya se han reportado, siendo las principales:

  • Quemaduras en la cara, conducto auditivo y tímpano.
  • Lesión en el oído por goteo de cera caliente.
  • Tampón provocado por la cera derretida de la propia vela.
  • Sangrado.
  • Perforación del tímpano.
  • Incendios.

Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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