Resumen del artículo: TL; DR
- Los fármacos para perder peso son una buena opción cuando se combinan con cambios en la dieta y el estilo de vida.
- Los objetivos realistas son esenciales; las pérdidas del 10 al 25 % del peso se consideran excelentes. Las pérdidas mayores suelen ser objetivos poco realistas a corto y medio plazo.
- La medicación debe utilizarse siempre que sea posible junto con dieta y ejercicio.
- Indicado para personas con un IMC > 30 o con un IMC > 27, pero que ya padecen enfermedades causadas por el exceso de peso.
- Los principales fármacos son liraglutida, semaglutida, tirzepatida, fentermina-topiramato, bupropión-naltrexona y orlistat.
- Los nuevos fármacos liraglutida (Saxenda®), dulaglutida (Trulicity®), semaglutida (Ozempic®, Wegovy® y Rybelsus®) y tirzepatida (Mounjaro®) son actualmente los que ofrecen mejores resultados.
- Otros fármacos y suplementos tienen una eficacia limitada y pueden ser peligrosos.
- No existen soluciones milagrosas; el tratamiento requiere esfuerzo y supervisión médica.
- Cuidado con los productos adelgazantes no regulados y las falsas promesas.
Introducción
El tratamiento de la obesidad con fármacos puede ser una buena opción cuando se asocia a modificaciones en la dieta, en el patrón de actividad física y en los hábitos de vida.
Sin embargo, históricamente, el papel de los fármacos para adelgazar siempre se ha cuestionado debido a la preocupación por la eficacia, la seguridad y la observación de que la mayoría de los pacientes acababan recuperando su peso cuando se suspendían los fármacos.
Ahora bien, en los últimos años ha aumentado considerablemente el número de fármacos aprobados para el tratamiento de la obesidad y del sobrepeso, varios de ellos con resultados muy alentadores.
En este artículo explicaremos cuáles son las principales opciones de fármacos para adelgazar y cuándo está indicado su uso.
Objetivos del tratamiento farmacológico para la pérdida de peso
Todo paciente que se somete a un tratamiento de pérdida de peso debe ser guiado por el médico para tener un objetivo factible. El resultado ideal del tratamiento de la obesidad es volver al peso corporal normal, pero esto no es realista en muchos casos sin la ayuda de la medicación o de la cirugía bariátrica. Al menos a corto plazo.
Cuando se pregunta a los pacientes obesos, antes de iniciar el tratamiento, cuántos kilos les gustaría perder, y se compara esta cifra con el peso real perdido durante el primer año, en la mayoría de los casos, el peso perdido es muy inferior al deseado.
Por tanto, el médico y el paciente deben llegar a un entendimiento mutuo sobre las posibilidades reales de pérdida de peso para que no haya frustración al cabo de unos meses. El tratamiento debe considerarse como un maratón y no como una carrera de 100 metros.
En el tratamiento farmacológico de la obesidad, las pérdidas de entre el 10 y el 25 % del peso corporal se consideran resultados excelentes, aunque el paciente siga estando lejos del peso soñado. De hecho, las pérdidas superiores al 5 % del peso corporal ya son suficientes para reducir sustancialmente el riesgo de diabetes, hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares.
Siempre es importante señalar que hay una gran diferencia entre la pérdida de peso ideal para mejorar la salud y la pérdida de peso necesaria para alcanzar el estándar de belleza actual impuesto por los medios de comunicación.
Esto no significa que, a largo plazo, el paciente no pueda seguir perdiendo peso y acabar alcanzando el peso ideal para su estatura (ver: Calculadora de peso ideal). Solamente significa que el objetivo inicial no debe ser demasiado optimista para no generar frustración con un buen resultado.
¿Qué debe saber el paciente antes de iniciar el tratamiento?
Al iniciar la medicación contra la obesidad, deben transmitirse a los pacientes varios mensajes importantes.
En primer lugar, no todos los medicamentos funcionan para todos los pacientes; las respuestas individuales varían mucho.
En segundo lugar, cuando se alcanza el máximo efecto terapéutico, se llega a un estancamiento y se deja de perder peso. Esto no significa que la medicación haya dejado de funcionar. Simplemente, significa que se necesitarán estrategias adicionales para inducir una mayor pérdida de peso. Esta información es importante porque la pérdida de peso sostenida a largo plazo rara vez se produce con un solo tipo de tratamiento.
Por último, cuando se interrumpe el tratamiento farmacológico, puede esperarse que se recupere el peso, especialmente si no se ha llevado a cabo una reeducación dietética y cambios en los hábitos de vida relacionados con la actividad física.
Indicaciones para el uso de medicamentos para adelgazar
Todos los pacientes con sobrepeso deben, antes de empezar la medicación, establecer una dieta adecuada, un programa de ejercicios y cambios en los hábitos de vida.
A fin de cuentas, perder peso es una simple cuenta aritmética: calorías gastadas menos calorías consumidas. Si ingieres más calorías de las que gastas, no hay ningún tratamiento que te haga perder peso. No hay ningún fármaco milagroso y no hay pérdida de peso sin esfuerzo.
No es una buena práctica médica indicar fármacos para perder peso a pacientes que no siguen dietas y/o hacen ejercicio. La medicación contra la obesidad no puede considerarse un simple atajo hacia el objetivo.
Actualmente, el uso de fármacos para adelgazar está indicado en todos los pacientes que ya están haciendo dieta y ejercicio y que cumplen los siguientes criterios:
- Individuos con un IMC superior a 30 kg/m².
- Individuos con un IMC superior a 27 kg/m² que también tienen enfermedades relacionadas con el exceso de peso, como diabetes, hipertensión, colesterol elevado, apnea del sueño, enfermedades cardiovasculares, esteatosis hepática u osteoartritis sintomática.
Para saber cuál es tu índice de masa corporal (IMC), visita: Calcula tu peso ideal e IMC (masa corporal).
Remedios para bajar de peso
Liraglutida
La liraglutida (vendida bajo los nombres comerciales Victoza® o Saxenda®) es un medicamento antidiabético de la clase de los agonistas del receptor GLP-1 que debe administrarse en forma de inyección subcutánea de 3 mg una vez al día.
Sus acciones incluyen:
- Bloqueo de la liberación de glucosa del hígado.
- Reducir la absorción de glucosa en el tracto gastrointestinal.
- Estimular la liberación de insulina.
- Disminución del apetito.
La liraglutida suele estar indicada para el tratamiento de la obesidad en adultos con un índice de masa corporal (IMC) superior a 27 kg/m² que tengan al menos una comorbilidad relacionada con el peso, como hipertensión, diabetes de tipo 2 o dislipidemia.
La principal indicación del fármaco son los pacientes con obesidad y diabetes de tipo 2. Los pacientes obesos sin diabetes también pueden utilizar el fármaco, pero normalmente no pueden tolerar dosis muy altas debido a los efectos secundarios, principalmente náuseas y vómitos.
Para reducir la incidencia de efectos adversos, la dosis inicial del fármaco debe ser de 0,6 mg en la primera semana, con incrementos de 0,6 mg cada nueva semana hasta alcanzar la dosis deseada de 3 mg al día.
La pérdida de peso media con liraglutida es de 4 a 8 kg tras 16 semanas de tratamiento y de 10 a 13 kg tras 6 meses, cuando se asocia con dieta y ejercicio. Incluso en aquellos que no toleran la dosis máxima del fármaco, se produce una pérdida de peso.
Semaglutida
La semaglutida (vendida bajo los nombres comerciales Ozempic®, Rybelsus® o Wegovy®) es un medicamento de la misma clase que la liraglutida. Su mayor ventaja sobre la liraglutida es la dosis de una administración subcutánea de 2,4 mg a la semana.
Para reducir la incidencia de efectos secundarios, la semaglutida debe iniciarse con el siguiente régimen:
- De la semana 1 a la 4: 0,25 mg una vez a la semana.
- De la semana 5 a la 8: 0,5 mg una vez a la semana.
- De la semana 9 a la 12: 1 mg una vez a la semana.
- De la semana 13 a la 16: 1,7 mg una vez a la semana.
- A partir de la semana 17: 2,4 mg una vez por semana.
Si no se tolera la dosis diana de 2,4 mg a la semana, la dosis puede reducirse temporalmente a 1,7 mg una vez a la semana durante un máximo de 4 semanas adicionales, y sólo entonces aumentar de nuevo a 2,4 mg una vez a la semana.
Cuando se utiliza con cambios en el estilo de vida, la semaglutida de 2,4 mg por vía subcutánea semanalmente produce una pérdida de peso media de 10 a 15 kg después de 60 semanas. Alrededor del 75% informan que tienen efectos secundarios gastrointestinales, pero pocos necesitan interrumpir el tratamiento.
La semaglutida es actualmente el fármaco de elección para la pérdida de peso, ya que su dosificación es más cómoda que la de la liraglutida (una vez a la semana frente a una vez al día) y los estudios muestran una mayor eficacia en el tratamiento a largo plazo.
Disponemos de un texto exclusivo sobre la semaglutida, al que puede acceder a través del enlace: Información sobre la semaglutida (Ozempic, Wegovy y Rybelsus).
Dulaglutida
La dulaglutida (comercializada bajo la marca Trulicity®) es un fármaco antidiabético también perteneciente a la clase de los agonistas de los receptores GLP-1, que se utiliza para controlar la diabetes tipo 2. Al igual que la semaglutida, la dulaglutida también tiene una cómoda posología de una inyección subcutánea, normalmente de 0,75 mg o 1,5 mg, una vez a la semana, lo que puede mejorar la adherencia al tratamiento en algunos pacientes.
Las acciones de la dulaglutida son similares a las de la liraglutida y la semaglutida.
La administración de dulaglutida suele iniciarse con una dosis de 0,75 mg una vez a la semana. Dependiendo de la respuesta del paciente y de su tolerancia al fármaco, la dosis puede aumentarse a 1,5 mg una vez a la semana para lograr un control glucémico más eficaz. En algunos casos, pueden utilizarse dosis más altas, como 3 mg o 4,5 mg.
En el contexto de la pérdida de peso, los pacientes pueden esperar una reducción modesta, pero significativa, del peso corporal, especialmente cuando se combina con cambios en el estilo de vida, como dieta y ejercicio. La pérdida de peso media observada con dulaglutida suele ser de 2 a 5 kg tras 26 semanas de tratamiento, aunque la variación puede ser mayor en función del individuo y de la adherencia a los cambios en el estilo de vida.
Como ocurre con otros agonistas del GLP-1, los efectos secundarios de la dulaglutida pueden incluir náuseas, vómitos y diarrea. Son más frecuentes al inicio del tratamiento y tienden a disminuir con el tiempo. Para minimizar el riesgo de efectos secundarios, es importante seguir la posología recomendada y consultar periódicamente a su médico para que controle y ajuste la dosis.
Tirzepatida
La tirzepatida, que se vende con el nombre comercial de Mounjaro®, es un fármaco agonista de los receptores de GLP-1 y del péptido inhibidor gástrico (GIP) que se administra por inyección subcutánea una vez a la semana.
Este nuevo fármaco es eficaz en el tratamiento de la obesidad en pacientes con y sin diabetes mellitus y muestra un gran potencial de reducción de peso, alcanzando los 22 kg en un estudio publicado en junio de 2022. Las dosis más utilizadas en los estudios fueron de 5 mg, 10 mg o 15 mg.
Los efectos adversos de la tirzepatida notificados con mayor frecuencia fueron náuseas, diarrea y estreñimiento. Estos efectos no deseados fueron más frecuentes con las dosis más altas del fármaco.
Como es un medicamento nuevo, su uso exclusivamente para el tratamiento de la obesidad aún no ha sido aprobado por las principales agencias reguladoras de medicamentos del mundo (solo para el tratamiento de la diabetes mellitus). Sin embargo, debido a los excelentes resultados de los estudios más recientes, es posible que muy pronto este fármaco se convierta en la primera línea del tratamiento de la obesidad.
Fentermina-Topiramato
La combinación fentermina-topiramato en comprimidos de liberación prolongada, que se vende con el nombre comercial de Qsymia®, es una opción de tratamiento del sobrepeso para hombres o mujeres posmenopáusicas que no pueden acceder o tolerar el tratamiento con agonistas del receptor de GLP-1 (semaglutida o liraglutida).
La dosis inicial recomendada es de fentermina 3,75 mg/topiramato 23 mg una vez al día durante 14 días. Tras las primeras 2 semanas, se aumenta la dosis a 7,5 mg de fentermina y 46 mg de topiramato una vez al día durante 12 semanas.
Si después de 12 semanas no se consigue una pérdida del 3% del peso corporal inicial, la dosis puede aumentarse a 11,25/69 mg durante 14 días y después a 15/92 mg una vez al día.
Si el paciente no pierde el 5% del peso corporal después de 12 semanas con la dosis más alta, la fentermina-topiramato debe interrumpirse gradualmente, ya que la retirada brusca del topiramato puede provocar convulsiones.
La combinación fentermina-topiramato da lugar a una pérdida media de 8 a 12 kg tras 1 año de uso.
Los efectos adversos más comunes de Qsymia® son el aumento de la frecuencia cardíaca, el aumento de la incidencia de eventos adversos psiquiátricos, como la depresión o la ansiedad, y la alteración de la atención.
Algunas consideraciones importantes:
- Dado que el topiramato es eficaz en el tratamiento de la migraña, el Qsymia® debe utilizarse preferentemente en pacientes obesos y con antecedentes de migraña.
- La fentermina-topiramato debe evitarse en pacientes con antecedentes de hipertensión mal controlada o enfermedad cardiovascular.
- El topiramato es teratogénico y debe evitarse en mujeres en edad fértil.
- La presión arterial y la frecuencia cardíaca deben controlarse periódicamente durante el tratamiento.
- La fentermina-topiramato también está contraindicada durante el embarazo y en pacientes con hipertiroidismo, glaucoma o que tomen inhibidores de la MAO.
Bupropión-naltrexona
La combinación de bupropión y naltrexona, que se vende bajo los nombres comerciales de Mysimba® o Contrave®, fue aprobada para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en 2014.
El bupropión es un inhibidor de la dopamina que se utiliza para tratar la depresión y para dejar de fumar. La naltrexona, por su parte, es un antagonista de los receptores opioides que se utiliza para tratar la dependencia del alcohol y de los opioides.
La combinación de bupropión y naltrexona no se utiliza generalmente como terapia farmacológica de primera línea para el tratamiento de la obesidad debido a la incertidumbre sobre su seguridad cardiovascular, pero puede considerarse para los pacientes en los que la terapia con agonistas del GLP-1 no es apropiada, asequible o tolerada.
Sin embargo, la combinación bupropión-naltrexona puede ser una opción razonable para un individuo que fuma, tiene obesidad y desea una terapia farmacológica para el tratamiento de ambos.
Además, la combinación puede tener un beneficio para las personas con un exceso de consumo de calorías por beber alcohol, dada la indicación de la naltrexona para el tratamiento del trastorno por consumo de alcohol.
La dosis inicial recomendada es de un comprimido (8 mg de naltrexona y 90 mg de bupropión) al día. Después de una semana, la dosis debe aumentarse a un comprimido dos veces al día y en la cuarta semana a dos comprimidos dos veces al día.
Se ha demostrado que la combinación bupropión-naltrexona reduce el peso en aproximadamente un 4 a 5%.
Los efectos adversos habituales son náuseas, dolor de cabeza y estreñimiento. Otros efectos adversos son insomnio, vómitos, mareos y sequedad de boca.
Todavía no se ha establecido la seguridad cardiovascular del bupropión-naltrexona.
Consideraciones importantes:
- La combinación bupropión-naltrexona puede considerarse para el tratamiento del sobrepeso o la obesidad en pacientes que intentan dejar de fumar o en pacientes con depresión.
- Dado que el bupropión reduce el umbral de las convulsiones, el bupropión-naltrexona debe evitarse en pacientes con trastornos convulsivos y utilizarse con precaución en pacientes con riesgo de convulsiones.
- El bupropión-naltrexona no debe utilizarse de forma concomitante con medicamentos opiáceos.
- La presión arterial y la frecuencia cardíaca deben controlarse periódicamente mientras se toma bupropión-naltrexona, especialmente durante las primeras 12 semanas de tratamiento.
Las contraindicaciones son el embarazo, la hipertensión no controlada, los trastornos convulsivos, los trastornos de la alimentación, el uso de otros productos que contienen bupropión, el uso de opiáceos, la disfunción hepática grave y el uso en los 14 días siguientes a la toma de inhibidores de la MAO.
Orlistat
El orlistat es un medicamento que inhibe la absorción de grasas en el intestino. Con el uso continuado de Orlistat, al menos 1/3 de las grasas ingeridas no se absorben y, por tanto, se eliminan a través de las heces.
Los estudios demuestran que el Orlistat ayuda a perder una media del 3 al 9% del peso después de un año de tratamiento. Este efecto es algo menor que el de los fármacos mencionados anteriormente, por lo que la última directriz sobre tratamiento farmacológico de la Asociación Americana de Gastroenterología no recomienda su uso como fármaco de primera línea.
El orlistat tiene la ventaja de actuar sobre los niveles de colesterol, con una reducción de hasta el 10% en los niveles de LDL (el colesterol malo).
Entre los efectos secundarios más comunes están el exceso de gases, cólicos abdominales, gotas de grasas en las heces y incontinencia fecal. Estos efectos suelen ser peores si el paciente no controla su consumo de grasas. Una dieta con un máximo de 30% de grasa no suele provocar estos efectos adversos.
Otros efectos secundarios son una disminución de la absorción de algunas vitaminas, como las vitaminas A, D, E y K, y un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales.
El orlistat no altera la absorción de la mayoría de los medicamentos, incluidos anticonceptivos, antihipertensivos, anticoagulantes, antiepilépticos y digoxina, por ejemplo.
Para conocer más detalles sobre el orlistat, sigue leyendo: Orlistat (Xenical): qué es, para qué sirve y dosis.
Otros medicamentos que pueden ayudar a bajar de peso
Los fármacos de primera y segunda línea más indicados por las directrices internacionales para el tratamiento de la obesidad son los 6 mencionados anteriormente. Sin embargo, también hay algunos medicamentos, indicados para otras enfermedades, que pueden causar pérdida de peso como efecto secundario.
Los fármacos que se enumeran a continuación no deben prescribirse únicamente para perder peso y no presentan resultados tan satisfactorios como los fármacos descritos anteriormente:
- Antidepresivos: Sertralina y Fluoxetina.
- Antiepilépticos: Zonisamida.
- Antidiabéticos: Metformina, Pranlintida, Exenatida.
- Hormona tiroidea: Levotiroxina.
Medicamentos no indicados para el tratamiento de la obesidad
Sibutramina
La sibutramina es un moderador del apetito y ayuda a perder peso actuando directamente sobre los neurotransmisores cerebrales responsables de la sensación de saciedad, como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina. La sibutramina hace que estos neurotransmisores permanezcan circulando en el cerebro durante más tiempo, lo que hace posible que el paciente permanezca más tiempo sin tener ganas de comer.
Los estudios demuestran que, si se asocia con dieta y ejercicio físico, la sibutramina ayuda a los pacientes a perder una media de 10 kg tras un año de tratamiento.
Sin embargo, la venta de sibutramina se ha prohibido en varios países, como EE.UU., la Unión Europea, Australia, Canadá, China, el Reino Unido, México, India, Filipinas y Tailandia, porque se asocia a un aumento de los acontecimientos cardiovasculares.
En las últimas directrices internacionales sobre el tratamiento de la obesidad, la sibutramina ya ni siquiera se cita como opción de tratamiento.
Femproporex
El Femproporex es un derivado anfetamínico que actúa sobre el sistema nervioso central, concretamente sobre el hipotálamo, reduciendo el hambre. Por tanto, es un fármaco supresor del apetito.
Ampliamente utilizado en el pasado, el femproporex está prohibido en la mayoría de los países. La droga es muy eficaz, sin embargo, el hecho de que tenga propiedades estimulantes, reduciendo el sueño y aumentando la sensación de bienestar, hace que se utilice irresponsablemente como droga recreativa.
Entre los efectos secundarios más comunes están: sequedad de boca, insomnio, temblores e irritabilidad. Los derivados de la anfetamina también provocan un aumento de la presión arterial y una aceleración de los latidos del corazón.
Anfepramona (dietilpropión)
La anfepramona actúa de forma similar al Femproporex, pero es un supresor del apetito menos potente. A diferencia del Femproporex, la anfepramona se comercializa legalmente en otros países, como EEUU, Canadá, Australia y Suiza.
La anfepramona tiene efectos secundarios muy parecidos a los del femproporex y también se utiliza indebidamente como droga recreativa.
Mazindol
El mazindol es otro fármaco anoréxico con una acción similar a la de las anfetaminas (aunque no es un derivado de la anfetamina), estimulando el sistema nervioso central y actuando sobre la saciedad. Tiene efectos secundarios similares a los dos fármacos descritos anteriormente.
Lorcaserin
En febrero de 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) pidió al fabricante de lorcaserina que retirara voluntariamente el fármaco del mercado estadounidense debido a que los datos de los ensayos clínicos mostraban un aumento de la incidencia de cáncer.
En un estudio aleatorio que incluyó a 12.000 pacientes con un seguimiento de cinco años, un mayor número de pacientes que tomaban lorcaserina desarrollaron tumores malignos (incluyendo cáncer colorrectal, de páncreas y de pulmón).
Suplementos dietéticos
Los suplementos dietéticos de venta libre son muy utilizados por las personas que intentan perder peso, pero las pruebas que respaldan su eficacia y seguridad son limitadas.
Los médicos deben advertir a los pacientes que no utilicen suplementos dietéticos específicos de venta libre para perder peso y deben controlar a los que decidan utilizarlos.
Las pruebas de laboratorio de la FDA en 2017 revelaron la presencia de sibutramina, femproporex, fluoxetina, bumetanida, furosemida, fenitoína, rimonabanth, ketilistat y fenolftaleína en productos para adelgazar de venta libre. Se ha demostrado que dos suplementos dietéticos compuestos importados de Brasil, Emagrece Sim y el suplemento dietético Herbathin, contienen en su fórmula medicamentos de prescripción, como anfetaminas, benzodiacepinas y fluoxetina.
Además, un estudio sobre dos preparados para adelgazar que contenían naranja amarga (Citrus aurantium), una fuente botánica de sinefrina, mostró un aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial. Se postuló que estos efectos cardiovasculares estaban relacionados con la cafeína y otros estimulantes de las fórmulas multicomponentes. El uso de la Garcinia cambogia se ha asociado a la insuficiencia hepática.
La efedra y los alcaloides de la efedra (Ma huang) son un grupo de moléculas similares a la efedrina que se encuentran en las plantas. La efedrina estimula la pérdida de peso, al menos en parte, al aumentar la termogénesis y reducir la ingesta de alimentos. Por razones de seguridad, la efedrina con o sin cafeína y los alcaloides de la efedrina no han sido aprobados para el tratamiento de la obesidad y han sido retirados del mercado.
Gonadotropina coriónica humana (hCG) para perder peso
Aunque se ha anunciado que las inyecciones de gonadotrofina coriónica humana (hCG) ayudan a perder peso, los ensayos clínicos no respaldan esta afirmación. También hay gotas de hCG orales o sublinguales.
Varios estudios aleatorios han demostrado que la hCG no es más eficaz que el placebo en el tratamiento de la obesidad.
Calcio
Aunque los datos epidemiológicos sugieren que la administración de suplementos de calcio puede estar asociada a la pérdida de peso, un metaanálisis de ensayos aleatorios que evaluaron el efecto del calcio (mediante la administración de suplementos o la ingesta de alimentos lácteos) sobre el peso corporal no informó de ningún efecto significativo del calcio sobre la pérdida de peso.
Remedios naturales o caseros para perder peso
No hay pruebas científicas que demuestren la eficacia o la seguridad de los numerosos productos que se venden como «opciones naturales» para perder peso.
Las sustancias enumeradas a continuación se venden a menudo como «remedios naturales o remedios caseros para adelgazar», pero no tienen ninguna evidencia científica:
- Pholia delgada.
- Folia negra.
- Gymnema silvestre.
- Efedra.
- Goma guar.
- Quitosano.
- Ginseng.
- Hierba de San Juan.
- Té verde.
- Hoodia gordonii.
- Psilio.
- Ácido hidroxicítrico.
- Glucomanano.
- L-carnitina.
Debes tener mucho cuidado con los productos que se venden como adelgazantes milagrosos. Muchos de ellos contienen ocultos en sus fórmulas medicamentos como anfetaminas, diuréticos, hormonas tiroideas, fluoxetina, ansiolíticos y efedrina.
Suplementos termogénicos
Los suplementos termogénicos son sustancias que ayudan a acelerar el metabolismo y a aumentar la temperatura corporal, ayudando a quemar grasa y a perder peso. Históricamente, los termogénicos eran productos a base de anfetaminas y cafeína, pero en los últimos años las sustancias derivadas de la anfetamina fueron prohibidas en el mercado.
Conclusión
No existe ningún medicamento milagroso, como tampoco existe la pérdida de peso sin esfuerzo. Cualquier tratamiento que prometa una reducción de peso rápida y fácil debe considerarse un fraude. Además de malgastar tu dinero, puedes estar consumiendo sustancias que hacen daño.
El tratamiento con fármacos para adelgazar solo debe realizarse bajo supervisión médica y nunca sin un programa asociado de nutrición y ejercicio físico. Si el paciente no está dispuesto a controlar su ingesta de calorías y a aumentar su gasto calórico mediante la actividad física, las posibilidades de éxito se reducen considerablemente.
En los últimos años, han aparecido nuevos fármacos con una mayor eficacia en la pérdida de peso y un mejor perfil de efectos secundarios. Fármacos como la liraglutida (Saxenda®), la dulaglutida (Trulicity®), la semaglutida (Ozempic®, Wegovy® y Rybelsus®) y la tirzepatida (Mounjaro®) se han convertido en la primera elección de tratamiento farmacológico para la mayoría de los pacientes que necesitan perder peso.
Referencias
- Pharmacological Management of Obesity Guideline Resources – Endocrine Society.
- AGA Clinical Practice Guideline on Pharmacological Interventions for Adults With Obesity – – World Gastroenterology Organisation.
- Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Interventions for the Treatment of Overweight and Obesity in Adults – Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.
- Obesity in adults: Drug therapy – UpToDate.
- Obesity in adults: Overview of management – UpToDate.
- Glucagon-like peptide 1 receptor agonists for the treatment of type 2 diabetes mellitus – UpToDate.
- Once-Weekly Semaglutide in Adults with Overweight or Obesity – New England Journal of Medicine.
- 2013 AHA/ACC/TOS Guideline for the Management of Overweight and Obesity in Adults – American Heart Association.
- Imported compounded diet pill use among Brazilian women immigrants in the United States – Journal of immigrant and minority health.
- Questions and Answers about FDA’s Initiative Against Contaminated Weight Loss Products – FDA.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
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