Orina espumosa
Es común que la orina forme espuma cuando entra en contacto con el agua del inodoro. Sin embargo, si nota que su orina se ha vuelto más espumosa de lo normal, esto puede ser un signo de enfermedad renal.
El exceso de espuma a menudo indica una pérdida excesiva de proteínas en la orina, que es un signo importante de daño en los glomérulos renales.
Proteínas en la orina: proteinuria
Una de las funciones básicas de los riñones es excretar en la orina las sustancias de la sangre que están en exceso, que son tóxicas o que no tienen utilidad. Obviamente, las proteínas no se enmarcan en esta definición y, por lo tanto, no deben ser excretadas en la orina.
La presencia de proteína en la orina generalmente es un signo que los glomérulos, unidades funcionales de los riñones, responsables de filtrar la sangre, están dañados. Cuando los glomérulos están sanos, son capaces de separar las sustancias de la sangre que deben ser filtradas, eliminando lo que no es útil en la orina y manteniendo lo que es importante en la sangre.
Cuando los riñones están enfermos y pierden proteínas en la orina llamamos proteinuria.
Cómo identificar la proteinuria
La presencia de una orina espumosa es un clásico signo de proteinuria. Sin embargo, no te alarmes si observas solamente una pequeña cantidad de espuma al orinar. Esta poca cantidad de espuma es causada por el torbellino de la orina al golpear en el agua del inodoro. Si el agua está con un producto químico, la formación de espuma puede ser incluso más grande que estás acostumbrado.
En general, cuando hay proteinuria relevante, la formación de espuma es intensa, como en la cerveza, y demora a desaparecer. En la mayoría de los casos, el paciente que pierde proteínas en la orina no tiene dudas que el patrón de la espuma de tu orina ha cambiado recientemente.
De todos modos, para evitar confusiones, cuando sospechar que tu orina está espumando en demasiado, lo ideal es hacer un examen de orina para tratar de identificar la presencia de proteínas en la misma.
Una vez identificada la existencia de proteinuria, el paso siguiente es cuantificarla. Cuánto mayor es la pérdida de proteínas, más grave es el daño renal.
Cómo cuantificar la proteinuria
Saber exactamente el grado de proteinuria es importante para evaluar el grado de la lesión renal y para formular las primeras hipótesis diagnósticas, ya que diversas enfermedades causan distintos grados de proteinuria.
Se considera normal la excreción de hasta 150 mg al día de proteínas. De estos 150 mg, 30 mg como máximo puede ser de albúmina, que es el tipo más común de proteína en la sangre. Los otros 120 mg de proteínas son básicamente inmunoglobulinas (anticuerpos) y aminoácidos. La pérdida de albúmina en la orina se denomina albuminuria.
Por lo tanto, vamos a estar de frente con pérdidas anormales de proteínas en la orina cada vez que identificamos una proteinuria total mayor de 150 mg al día y/o una albuminuria mayor de 30 mg al día (inclusive si la proteinuria total es inferior a 150 mg al día).
Existen dos pruebas de orina que pueden cuantificar la proteinuria y la albuminuria:
- Proteínas en orina de 24 horas.
- Cociente proteína/creatinina en orina esporádica.
Exceptuándose los nefrólogos, que son los médicos especialistas en riñones, la mayoría de los otros médicos solamente está acostumbrada a trabajar con la orina de 24 horas, por eso, esta acaba siendo la prueba más solicitada cuando se pretende cuantificar una proteinuria.
Es importante tener en cuenta que, para establecer el diagnóstico de proteinuria, se necesita más que una prueba positiva en diversos días. Proteinurias transitorias pueden ocurrir después de esfuerzo físico intenso o cuadros febriles. La proteinuria clínicamente relevante es aquella que es persistente y puede ser identificada en varias pruebas de orina realizadas en diferentes momentos.
Grados
Según el resultado de orina de 24 horas, se puede graduar la proteinuria de la siguiente forma:
- Proteínas totales inferiores a 150 mg/día y albúmina inferior a 30 mg/día: normal.
- Albúmina entre 30 mg y 300 mg al día: microalbuminuria o albuminuria moderadamente elevada.
- Proteínas totales entre 300 mg y 500 mg al día: proteinuria discreta.
- Proteínas totales entre 500 mg y 1000 mg al día: proteinuria leve.
- Proteínas totales entre 1000 y 3500 mg al día: proteinuria moderada.
- Proteínas totales por encima de 3500 mg al día: proteinuria severa (proteinuria en rango nefrótico).
Síntomas
Microalbuminuria o proteinuria discreta generalmente no causan síntomas, ni el aumento de la espuma de la orina. Ambos son signos tempranos de lesión renal y solamente pueden ser identificados mediante pruebas de laboratorio.
Proteinurias más intensas, especialmente aquellas con más de 1000 mg al día, generalmente causan signos y síntomas, tales como orina espumosa y edemas en las piernas.
Cuanto mayor es el grado de proteinuria, mayor será la inflamación y el paciente presenta anasarca, un cuadro severo de retención de líquidos, con edemas generalizados, que afecta a las piernas, vientre, brazos, cara e inclusive los pulmones. Esta estructura recibe el nombre de síndrome nefrótico.
Pacientes con proteinuria persistente presentan alto riesgo de evolución para insuficiencia renal en mediano y largo plazo.
Causas
Varias enfermedades pueden causar lesiones de los glomérulos y llevar a una proteinuria; entre ellas podemos mencionar:
- Diabetes mellitus.
- Lupus.
- Enfermedades primarias del glomérulo.
- Hepatitis.
- Sífilis.
- SIDA.
- Reacción a los antiinflamatorios.
- Cáncer.
- Eclampsia.
- Obesidad.
- Hipertensión arterial.
- Mieloma múltiple.
La principal causa de proteinuria es la diabetes mellitus, razón por la cual todo paciente diabético debe hacer exámenes de orina rutinariamente. La aparición de microalbuminuria es el primer signo de nefropatía diabética, importante enfermedad renal causada por demasiada glucosa en el cuerpo.
Qué hacer cuando se nota una orina espumosa
El primer paso es buscar orientación médica para realizar pruebas de laboratorio de orina. Una vez confirmada la existencia de proteinuria, el paso siguiente es identificar la causa, si esto no es obvio, como en el caso de los pacientes ya sabidamente diabéticos.
El médico que investiga una proteinuria es el nefrólogo. En muchos casos, el diagnóstico de proteinuria se establece solamente después de una biopsia del riñón.
Cómo tratar una orina espumosa
El tratamiento definitivo de la proteinuria depende de la causa. Hay casos que pueden ser curados, algunos no. Por ejemplo, si la proteinuria está siendo causada por una lesión del riñón causada por nefropatía diabética, como todavía no existe cura para la diabetes, lo más que podemos hacer es controlar los niveles de glucosa en la sangre para intentar retrasar la progresión de la enfermedad renal. Pero curar el riñón no es posible.
Por otro lado, si la proteinuria es causada por una glomerulonefritis, como nefropatía por IgA, glomerulosclerosis segmentaria y focal o nefropatía membranosa, existe la posibilidad de cura y reversión total de la proteinuria. Algunos casos de nefropatía por lupus también pueden ser revertidos con el tratamiento.
En general, independientemente de la causa, todos los pacientes con proteinuria deben tratar de controlar la presión arterial de forma rigurosa, manteniéndola por debajo de 135/85 mmHg y evitar al máximo la ingesta de sal. Si posible, se debe prescribir medicamentos que reduzcan parcialmente la proteinuria, entre ellos: enalapril, ramipril, lisinopril, losartán, candesartán o valsartán.
El control del grado de proteinuria ayuda a retardar la progresión de la lesión renal, reduciendo el riesgo del paciente venir a perder sus riñones y necesitar de hemodiálisis en el futuro.
Referencias
- Assessment of urinary protein excretion and evaluation of isolated non-nephrotic proteinuria in adults – UpToDate.
- Overview of heavy proteinuria and the nephrotic syndrome – UpToDate.
- What You Should Know About Albuminuria (Proteinuria) – National Kidney Foundation.
- O’Connell TX. Proteinuria. In: Instant Work-Ups: A Clinical Guide to Medicine. 2nd ed. Philadelphia, Pa.: Elsevier; 2017.
- Taal MW, et al. Section V: Disorders of Kidney Structure and Function. In: Brenner & Rector’s The Kidney. 11th ed. Philadelphia, Pa.: Saunders Elsevier; 2019
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
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