Introducción
El quiste de mama, también llamado quiste mamario o quiste en el seno, es la lesión benigna de la mama más común y puede ser encontrada en mujeres de cualquier edad, a pesar de su pico de incidencia entre 35 y 50 años de edad.
Una mujer puede tener uno o varios quistes de mama, que a su vez pueden afectar a uno o ambos senos.
Los quistes son lesiones redondas u ovales, que generalmente son descritas por los pacientes como una uva o un pequeño globo lleno de agua que puede ser palpado en la mama.
¿Qué es el quiste de mama?
En Medicina, llamamos quiste a toda colección líquida o semi-líquida que está envuelta por una membrana, formando una especie de bolsa. El quiste mamario, por lo tanto, es una pequeña colección líquida que se encuentra dentro de la mama.
Hablamos de otros tipos de quistes presentes en nuestros cuerpos en los siguientes artículos:
Para comprender cómo el quiste de mama se forma, se hace necesario saber un poco de la anatomía de la mama. Sigue la ilustración para que el texto se quede más fácil de entenderse.
En el sexo femenino, cada una de las mamas contiene cerca de 15 a 25 lóbulos mamarios, que tienen las glándulas responsables de la producción de leche. Esos lóbulos de la mama se distribuyen como pétalos de una flor y son circundados por un tejido de sustentación compuesto por grasa y tejido fibroso. Cada lóbulos mamario drena para un canal llamado conducto galactóforo, que se extiende hasta el pezón.
Los quistes mamarios se presentan generalmente por una obstrucción en los conductos lobulares, terminales, que son la porción del conducto galactóforo más cerca de los lóbulos. La obstrucción del conducto produce acumulación de líquido y formación de quiste.
Contrario a lo que el sentido común pueda sugerir, los quistes mamarios no se componen de leche. Su líquido es una mezcla de agua y sales minerales y su coloración es pardo-amarilla, producidos por la propia pared del quiste. La causa probable de los quistes está vinculada a las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual y la vida de la paciente, pero todavía no está aclarado el mecanismo exacto que lleva a su formación
Los quistes mamarios pueden clasificarse según su tamaño:
- Microquistes: son quistes mamarios demasiado pequeños, que pueden ser detectados durante las pruebas de imagen, como la mamografía o el ultrasonido, pero son demasiado pequeños para que podamos sentirlo. Son generalmente quistes más pequeños que 0,4 cm de diámetro.
- Macroquistes: son quistes mamarios lo suficientemente grandes como para ser palpados y pueden crecer hasta unos 5 centímetros de diámetro. Los macroquistes pueden comprimir el tejido mamario adyacente y causar dolor o malestar.
Síntomas
El quiste de mama puede presentarse a cualquier edad, pero es más común entre los 35 y 50 años. En este grupo de edad, está presente en alrededor del 40% de las mujeres. Como la mayoría de los quistes es pequeña y asintomática, es probable que esta estimación esté subestimada. Después de la menopausia, los quistes llegan a ser menos comunes.
Los microquistes son demasiado pequeños para causar cualquiera de los síntomas y a menudo pasan inadvertidos
Ya los quistes con diámetros mayores que 0,5 cm pueden identificarse a la palpación de la mama, teniendo un aspecto de nódulo con superficie lisa, suave, redondeada y con bordes bien definidos. La textura del quiste es variable, frecuentemente descrita como similar a una uva o un globo de agua. Sin embargo, en algunos casos, el quiste puede parecerse a una masa dura.
Dolor a la palpación del quiste también es común, especialmente si es grande (más de 2,0 cm).
La paciente también puede tener un conjunto de múltiples pequeños quistes (generalmente 0,3 cm), que pueden tener, a la palpación, el aspecto de una masa mal definida.
Por lo tanto, la palpación del(os) quiste(s) por sí solo no es capaz de distinguir de forma 100% segura un quiste benigno, un racimo de quistes, una masa sólida benigna o un tumor maligno. Con este fin, son necesarias pruebas de imagen, tales como la ecografía o mamografía.
Diagnóstico
La ecografía es generalmente la prueba de imagen utilizada para identificar los quistes de mama, ya que este método permite la fácil identificación de estructuras llenas de líquido (es decir, quistes).
En la ecografía, los quistes pueden tener las siguientes características:
- Quiste mamario simple: un quiste simple está bien circunscrito, tiene paredes delgadas y contenido líquido en su interior.
- Quiste complejo: los quistes complejos se definen como masas con paredes gruesas, con septos en su interior y un aspecto heterogéneo, con características mixtas de lesión líquida y sólida. El quiste complejo es inusual y solamente un 5% de los quistes que se identifican por el ultrasonido tienen esta característica.
Cuando el quiste es lo suficientemente grande para ser palpado, el médico puede lograr en el propio consultorio una aspiración con aguja fina de la lesión antes de solicitar un examen de imagen.
- En los casos de quistes simples, la aspiración de su contenido líquido hace con que la lesión desaparezca. En estos casos, no es necesaria ninguna otra medida.
- Si la aspiración detectar contenido sanguinolento o el quiste no desaparece completamente, el material aspirado debe ser enviado para análisis y hacer un examen de imagen para caracterizar mejor la lesión.
- Si la aspiración viene seca, lo que sugiere una lesión predominantemente sólida, un examen de imagen, mamografía o resonancia magnética debe ser el próximo paso.
¿El quiste mamario puede convertirse en cáncer?
Los quistes de mama son, por definición, lesiones benignas. Un quiste mamario simple no es cáncer, no hay riesgo de convertirse en cáncer y no puede aumentar el riesgo de la paciente tener cáncer en el futuro.
Los tumores malignos son lesiones generalmente sólidas. Eventualmente, algunos tumores pueden presentase como un quiste complejo, pero esto es inusual. En la mayoría de los casos, el quiste complejo se compone solamente de pus, coágulos y detritos celulares.
Quistes grandes no se convierten en cáncer, pero su presencia puede dificultar la detección de lesiones malignas mediante pruebas de imágenes.
Tratamiento
Quistes de mama simples asintomáticos no requieren ningún tipo de tratamiento.
Si el quiste es palpable y la paciente está insegura con la lesión, se puede realizar la aspiración con una aguja fina. La recurrencia del quiste es común, hecho que se debe aclarar a la paciente.
Quistes dolorosos o quistes grandes, que obstaculizan la visualización del tejido del pecho en las pruebas de imagen, también pueden ser drenados con una aguja fina.
Referencias
- Breast cysts: Clinical manifestations, diagnosis, and management – UpToDate.
- Overview of benign breast diseases – UpToDate.
- Fibrosis and Simple Cysts in the Breast – American Cancer Society.
- Breast Cyst – StatPearls.
- Benign breast diseases: classification, diagnosis, and management – The oncologist.
- Bland KI, et al., eds. Etiology and management of benign breast disease. In: The Breast: Comprehensive Management of Benign and Malignant Diseases. 5th ed. Elsevier; 2018
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
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