Anquilostomiasis (uncinaria): qué es, síntomas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro

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Anquilostomiasis (uncinaria): qué es, síntomas y tratamiento

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¿Qué es anquilostomiasis?

La anquilostomiasis, también llamada uncinariasis, necatoriasis, anemia tropical o anemia de los mineros, es una parasitosis intestinal muy común causada por nematodos.

La anquilostomiasis en los seres humanos es causada por nematodos de la familia Ancylostomatidae: Ancylostoma duodenale o Necator americanus. Otras especies de anquilostomas, como Ancylostoma braziliense o Ancylostoma caninum solamente suelen causar infección intestinal en gatos y perros, pero pueden causar larva migrans en los seres humanos.

Se calcula que alrededor de 740 millones de personas en todo el mundo están infectadas con uno de los dos anquilostomas.

El Ancylostoma duodenale es una especie de anquilostoma que habita en los países mediterráneos, África del Norte, Irán, India, Pakistán, China y Japón. Ya el Necator americanus se encuentra mucho en todo el continente Americano, principalmente en áreas tropicales, África Central, Sudeste asiático, Islas del Pacífico Sur y partes de Australia.

Recientemente, se identificó en pacientes del continente americano un anquilostoma de perros y gatos, el Ancylostoma ceylanicum, reconocido como causa prevalente de infecciones zoonóticas humanas en la India, el sudeste asiático, Australia tropical y algunas islas melanesias del Pacífico.

El Ancylostoma duodenale y el Necator americanus son pequeños gusanos cilíndricos, que miden entre 0,5 y 1,5 cm de diámetro y presentan la cabeza de forma similar a un gancho, especialmente el N. americanus. Ambos presentan una boca bien definida, con dos pares de dientes afilados (A. duodenale) o dos placas afiladas (N. americanus), que sirven para adherirse a la pared del intestino y chupar la sangre de su hospedero.

Ciclo de vida de los anquilostomas (uncinarias)

Los individuos con uncinarias eliminan diariamente miles de huevos del parásito en sus heces. En lugares con un saneamiento deficiente, estas heces acaban contaminando el suelo. Si los huevos de anquilostoma se depositan en un sitio húmedo y cálido, sin exposición directa a la luz solar, pueden dar lugar a larvas que, tras unos 7 días en el ambiente, maduran y son capaces de infectar a los humanos.

Las larvas de los anquilostomas pueden sobrevivir en el ambiente, esperando por un hospedero por hasta 6 semanas, se encuentran las condiciones apropiadas de humedad y temperatura.

Uncinarias
Uncinarias

La contaminación con el Ancylostoma duodenale o Necator americanus ocurre a través del contacto directo de la piel con el suelo contaminado (generalmente por los pies) o por ingestión accidental de larvas presentes en el entorno (generalmente por las manos contaminadas por el suelo que llegan a la boca sin ser lavadas). Solamente 5 minutos de contacto directo de la piel con el suelo contaminado es suficiente para que la larva penetre en nuestro cuerpo.

Después de penetrar la piel, la larva alcanza los vasos sanguíneos y viaja a los pulmones, donde permanecerá por unos días. Cuando el paciente tose, el parásito puede ser liberado en la cavidad bucal y luego es ingerido inadvertidamente. Si la contaminación inicial no ha sido a través de la piel, sino por ingestión accidental de larvas, esta primera parte del ciclo no ocurre y el parásito va directamente al tracto gastrointestinal.

Al ser ingeridas, las larvas atraviesan el estómago y se alojan en el intestino delgado, donde maduran hasta convertirse en gusanos adultos. Allí, cada anquilostoma ingerido se adhiere a la mucosa e ingiere entre 0,3 y 0,5 ml de sangre al día. Para que se produzca la anemia, es necesario que haya al menos 40 gusanos.

Entre cinco y ocho semanas después de que el paciente se haya contaminado por primera vez, la hembra de Ancylostoma duodenale o Necator americanus comienza a producir miles de huevos, que serán liberados al medioambiente a través de las heces, reiniciando el ciclo vital del parásito.

Tanto el A. duodenale como el N. americanus no se multiplican dentro de nuestro cuerpo. Para generar nuevos gusanos, los huevos deben ser depositados en el ambiente. Por lo tanto, si el individuo no contaminarse otra vez, con el tiempo se curará por sí mismo de la anquilostomiasis.

El problema es que el Ancylostoma duodenale generalmente tiene una duración de 1 año y el Necator americanus puede llegar hasta 5 años de vida. Si el paciente vive en una zona con malas condiciones sanitarias, se reinfectará antes de que se haya extinguido la primera generación de gusanos.

Síntomas

La anquilostomiasis es una parasitosis con cuadro clínico predominantemente gastrointestinal. Antes de que el gusano llegue a los intestinos, los síntomas son sutiles. En el local de penetración del gusano en la piel se forma una reacción inflamatoria pequeña que causa picazón. Durante el paso por los pulmones, el paciente suele presentar tos seca.

Los síntomas típicos de uncinariasis ocurren incluso cuando el parásito migra al intestino delgado. En este momento, el paciente puede presentar náuseas, vómitos, diarrea, fatiga, aumento de gases y dolor abdominal. La primera infección es generalmente la más sintomática. Como el individuo se contamina de nuevo repetidamente, tiende a presentar cada vez menos síntomas.

El principal problema de la anquilostomiasis es la anemia y la desnutrición, porque el parásito consume sangre y proteínas. En los niños, puede causar retraso en el crecimiento y cambios en el desarrollo neurológico. En mujeres embarazadas, la desnutrición y la anemia son más comunes, y el bebé generalmente nace con bajo peso.

Diagnóstico

El diagnóstico de la anquilostomiasis se hace mediante la detección de huevos del parásito en las heces. Después de la invasión de la piel por el parásito, los primeros huevos pueden aparecer solamente dos meses después. Cuando la infección es causada por A. duodenale, los primeros huevos pueden tardar hasta 1 año para aparecer en las heces.

Por lo tanto, cuando hay sospecha clínica de anquilostomiasis, pueden ser necesarios múltiples exámenes de heces hasta que un huevo pueda ser identificado.

En el hemograma, la presencia de anemia y eosinofilia (aumento del número de eosinófilos), asociada con un cuadro gastrointestinal sospechoso, es un dato importante para el diagnóstico.

Tratamiento

El tratamiento para anquilostomiasis es igual, ya sea causada por Ancylostoma duodenale o Necator americanus.

Dos esquemas con antihelmínticos son los más usados:

  • Albendazol 400 mg única dosis.
  • Mebendazol 100 mg 2 veces al día por 3 días.

Si el paciente tiene anemia, también se indica la reposición de hierro por vía oral.

Un examen parasitológico de las heces puede ser solicitado después de 3 semanas para la confirmación de la curación.

Prevención

La prevención de la anquilostomiasis implica medidas de higiene personal, saneamiento y control ambiental. Algunas estrategias eficaces para prevenir esta infección son

Mejorar el saneamiento básico

  • Instalar alcantarillas adecuadas: implantar sistemas de alcantarillado eficaces para evitar contaminar el suelo con heces humanas.
  • Tratamiento de las aguas residuales: garantizar que las aguas residuales se tratan adecuadamente antes de verterlas al medio ambiente.

Prácticas de higiene personal

  • Lavarse las manos: lavarse las manos con agua y jabón regularmente, sobre todo después de ir al baño, antes de comer y antes de preparar alimentos (lectura recomendada: ¿Por qué es importante lavarse las manos?).
  • Protección de los pies: evita caminar descalzo por zonas donde el suelo pueda estar contaminado con heces. Lleva calzado adecuado al aire libre.

Control medioambiental

  • Mantenimiento de las zonas recreativas: asegúrate de que los parques, playas y zonas recreativas estén libres de contaminación fecal.
  • Tratamiento de los animales domésticos: desparasita regularmente a perros y gatos, ya que también pueden ser huéspedes de la anquilostomiasis.

Tratamiento de zonas contaminadas

  • Descontaminación del suelo: en zonas endémicas, es importante tratar el suelo contaminado con heces humanas mediante medidas como la construcción de retretes y el uso de técnicas de compostaje para eliminar los huevos del parásito.

Desparasitación y tratamiento de los casos

  • Diagnóstico y tratamiento precoces: identificar y tratar rápidamente los casos de anquilostomiasis para evitar su propagación. Los fármacos antihelmínticos como el albendazol y el mebendazol son eficaces para tratar la infección.
  • Exámenes fecales: realizar exámenes fecales periódicos en las poblaciones de riesgo para detectar y tratar precozmente la infección.
  • Desparasitación periódica: en las zonas endémicas, la desparasitación periódica de los grupos de riesgo con albendazol, incluidos los niños, las embarazadas y las mujeres en edad fértil, puede prevenir y revertir la desnutrición, la anemia ferropénica, las alteraciones del crecimiento y el bajo rendimiento escolar.

Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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