Candidiasis oral (algodoncillo) en bebés, ninõs y adultos

Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro

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Candidiasis oral (algodoncillo) en bebés, ninõs y adultos

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¿Qué es el algodoncillo?

La candidiasis oral, también llamada sapito, muguet oral o algodoncillo, es una infección de la orofaringe causada por el hongo Candida albicans.

El algodoncillo es una forma suave de candidiasis, que afecta principalmente a la mucosa de la lengua y la parte interna de la mejilla. 

Para tener candidiasis oral no es necesario que exista una inmunosupresión importante. Al contrario de lo que mucha gente piensa, la candidiasis en la boca no es un problema exclusivo de pacientes con VIH o con otra enfermedad grave. El muguet oral realmente puede ser una de las señales de SIDA, pero también suele surgir con frecuencia en bebés, niños, ancianos y personas con alguna alteración del sistema inmunológico.

De la misma manera que existen millones y millones de bacterias viviendo armoniosamente en nuestro organismo, el hongo cándida también es considerado un microorganismo natural de nuestra flora microbiana.

Tener pequeñas colonias del hongo Candida viviendo en nuestra piel, boca y tracto digestivo es perfectamente normal. Cuando nuestro sistema inmunológico se encuentra intacto, es plenamente capaz de mantener a la población de este hongo bajo control, impidiendo que el mismo pueda causar cualquier tipo de enfermedad.

Sin embargo, siempre hay una cierta debilidad en el sistema inmunológico, la población de Candida albicans puede crecer rápidamente y ser capaz de invadir las capas más profundas de la piel, causando inflamación. Cuanto más grave es el grado de inmunosupresión del paciente, más agresiva y peligrosa es la infección por el hongo Candida y puede incluso invadir la circulación sanguínea, corazón o sistema nervioso central.

La inmensa mayoría de los casos de candidiasis es causada por la Candida albicans, pero otras especies de candida también pueden ser responsables, tales como Candida glabrataCandida krusei Candida lusitaniae .

Factores de riesgo

La candidiasis oral puede surgir en cualquier persona, pero es mucho más común en las que presentan las siguientes características:

  • Edad avanzada.
  • Bebés en el primer año de vida.
  • Mujeres embarazadas.
  • Uso de dentadura.
  • Uso reciente de antibióticos.
  • El uso prolongado de corticoesteroides.
  • Uso de fármacos inmunosupresores.
  • VIH positivo.
  • Diabetes mellitus mal controlada.
  • Estar bajo tratamiento de quimioterapia o radioterapia.
  • Fumadores.
  • Personas con xerostomía (boca seca).
  • Internación hospitalaria.
  • Desnutrición.
  • Consumidores de drogas.

Síntomas

Las lesiones orales causadas por Candida albicans son placas blancas con apariencia un poco cremosa tipo queso ricotta, que afectan a la lengua, pared interna de las mejillas, y algunas veces, paladar (cielo de la boca), encías o amígdalas.

Las lesiones de la candidiasis oral pueden aparecer pequeñas y asintomáticas, pasando desapercibidas por algún tiempo. La tendencia, sin embargo, es que ellas evolucionan, haciéndose fácilmente visibles y con síntomas, como dolor y disminución del paladar. Una sensación de algodón en la boca también es un síntoma de sapito bastante frecuente.

En los ancianos que usan dentadura, estas lesiones blancas que son típicas de la candidiasis pueden no estar presentes, solamente ocurriendo un intenso enrojecimiento en las encías debajo de la prótesis dental. La presencia de queilitis angular, popularmente conocida como boquera, también es muy común.

En los bebés, la lesión de la candidiasis puede ser confundida por las madres con restos de leche en la boca. Es importante saber que la leche sale espontáneamente después de algún tiempo, y al pasar una gasa en la lengua, sale fácilmente. En la candidiasis, las placas blancas están bien adheridas a la boca. Cuando se intenta rasparlas, puede haber sangrados y la mucosa por debajo se queda herida y bien rojiza.

En casos más graves, la candidiasis puede evolucionar hacia la laringe y/o el esófago, provocando síntomas como ronquera y dolor/dificultad para tragar los alimentos. La candidiasis del esófago es generalmente una señal de inmunosupresión más grave, siendo muy común en los pacientes con SIDA.

El diagnóstico de la candidiasis oral es simple. En muchos casos, la lesión es típica y la historia del paciente señalando la presencia de un factor inmunosupresor facilita el diagnóstico. Si el médico desea una confirmación, puede raspar un pedazo de la lesión y llevar al microscopio para identificar la presencia de levaduras.

Imágenes de algodoncillo

Candidiasis oral (algodoncillo)
Candidiasis oral (algodoncillo)
Candidiasis oral en el interior de la mejilla y en la lengua
Candidiasis oral en el interior de la mejilla y en la lengua
Candidiasis en la lengua del ninõ
Candidiasis en la lengua del ninõ
Candidiasis en la lengua
Candidiasis en la lengua
Candidiasis en la lengua y paladar
Candidiasis en el interior de los labios y en las encías.
Candidiasis en el interior de los labios y en las encías.

Tratamiento

El tratamiento de la candidiasis oral se puede hacer con enjuagues y deglución de nistatina 4 veces al día durante al menos una semana. Si no hay mejoría se indica el uso de fluconazol en pastillas durante 1 a 2 semanas. Este último tratamiento tiene una tasa de éxito por encima del 90%.

Para ayudar en el tratamiento, se indica la suspensión del cigarrillo, cepillar adecuadamente y regularmente los dientes (pero evitar el uso de antisépticos bucales) y evitar bebidas alcohólicas y comidas ricas en azúcares. Los yogures sin azúcar ayudan a restaurar la flora natural de las bacterias de la boca, aumentando la competición por la comida, lo que inhibe la proliferación de la Candida.

En los bebés, es importante limpiar bien los chupetes, cubiertos o biberones después del uso para evitar la colonización de los hongos. Siguiendo el mismo raciocinio, una crema antifúngica debe ser aplicada al pezón de la madre después de la correcta limpieza del mismo.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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