¿Qué es la andropausia?
A medida que los hombres envejecen, sus niveles de testosterona comienzan a disminuir. Esta caída se denomina andropausia, en analogía a la menopausia de las mujeres.
Sin embargo, los efectos negativos de los niveles bajos de testosterona en la andropausia son menos evidentes que la reducción de estrógenos en la menopausia.
A diferencia de la menopausia, en la que una deficiencia de estrógeno es completa y provoca cambios clínicos conocidos, tales como osteoporosis, resequedad vaginal, pérdida de elasticidad de la piel, etc., la disminución de la testosterona en los hombres ancianos es modesta y las posibles consecuencias aún no han sido bien establecidas.
Actualmente, el nombre aceptado para la andropausia es hipogonadismo masculino tardío.
¿Qué es hipogonadismo?
El hipogonadismo masculino es una condición en la que el testículo no produce niveles suficientes de testosterona, la hormona que desempeña un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo masculino durante la pubertad.
El hipogonadismo puede ser causado por trastornos genéticos, malformaciones de los testículos o de la glándula pituitaria (glándula en el sistema nervioso central que controla la producción de hormonas en el cuerpo), infecciones (como las paperas), trauma testicular, uso de drogas o medicamentos, entre otros.
El hipogonadismo se llama primario cuando el problema ocurre en los testículos, y secundario cuando el origen está en la glándula pituitaria.
Cuando el hipogonadismo se presenta en el feto, ocurren malformaciones genitales. Cuando surge en la preadolescencia, el paciente no desarrolla signos típicos de la pubertad masculina, tales como vello corporal, cambio de voz, aumento de masa muscular, aumento de los testículos y pene, etc.
En el adulto joven, el hipogonadismo causa infertilidad, disminución de la libido, caída del cabello, atrofia muscular y otros síntomas de deficiencia de testosterona.
En este texto vamos a ceñirnos al hipogonadismo que viene con el envejecimiento, llamado hipogonadismo masculino tardío o andropausia. El hipogonadismo del anciano es completamente diferente de lo que ocurre en hombres más jóvenes.
Factores de riesgo
Algunos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de hipogonadismo en hombres mayores son:
- Diabetes mellitus.
- Obesidad.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Artrosis.
- Insuficiencia renal crónica.
- Infección por VIH.
- Hipotiroidismo.
Síntomas
La función de los testículos y la producción de testosterona disminuyen gradualmente con la edad, este último en alrededor de un 1,3% al año después de los 40 años.
Una proporción importante de hombres mayores de 50 años presenta niveles de testosterona lo suficientemente bajos como para el diagnóstico de hipogonadismo. Es bueno señalar que una ligera deficiencia de testosterona en hombres de mediana edad puede ser considerada un fenómeno natural de envejecimiento. La pregunta es cuándo esta deficiencia se hace clínicamente relevante.
A diferencia del hipogonadismo en bebés, en niños y en adultos jóvenes, la disminución de la testosterona en los hombres mayores no produce consecuencias realmente claras. Sin embargo, aunque no hay ninguna evidencia clara, actualmente se atribuye a la andropausia algunas consecuencias del envejecimiento en el sexo masculino, entre ellas:
- Libido reducida.
- Disfunción eréctil.
- Pérdida de masa ósea – osteoporosis.
- Reducción de masa y fuerza muscular.
- Aumento del porcentual de grasa corporal.
- Cambios de humor.
- Cambios de la memoria.
- Caída de rendimiento en el trabajo.
- Pérdida de vitalidad.
- Reducción del vello corporal.
- Anemia.
El problema es que no todos los cambios descritos anteriormente mejoran con la suplementación de testosterona y muchos de ellos también pueden presentarse en los ancianos sin criterios de andropausia.
Diagnóstico
Los hombres mayores de 50 años que tienen los síntomas sugestivos de andropausia mencionados anteriormente deben ser investigados por una posible andropausia.
La medición de los niveles de testosterona en la sangre debe hacerse por la mañana y en ayunas. Si el resultado es bajo, es decir, inferior a 230 ng/dl*, la prueba debe repetirse una o dos veces para confirmar que el valor bajo es persistente.
*Los valores estándar pueden ser interpretados de manera diferente por los laboratorios. Los valores normales suelen estar entre 300 y 800 ng/dl.
Una vez que se confirman los bajos valores de testosterona, el segundo paso es definir si el hipogonadismo es primario (testículo) o secundario (pituitario). La dosificación de las hormonas LH y FSH hace esta distinción.
- Hipogonadismo primario: testosterona baja, FSH y LH elevadas.
- Hipogonadismo secundario: baja testosterona, también baja FSH y LH.
Tratamiento
Aunque hay trabajos científicos que sugieren que la disminución de la testosterona con la edad puede tener varias consecuencias negativas, el impacto del reemplazo de testosterona en los hombres mayores sigue siendo desconocido.
Lo que actualmente es aceptado a la luz de los conocimientos actuales es que el reemplazo de testosterona puede ser beneficioso en pacientes seleccionados.
Las sociedades internacionales de Endocrinología indican, actualmente, la terapia con testosterona en pacientes ancianos con niveles bajos de testosterona (menos de 200 ng/dL medidos en por lo menos dos o tres oportunidades diferentes durante el período de la mañana) y síntomas importantes de la deficiencia de testosterona. No se indica testosterona para personas mayores con síntomas vagos e inespecíficos.
Se puede hacer el reemplazo por vía oral o a través de adhesivos inyectables o cremas para la piel.
Efectos adversos del reemplazo de testosterona
Ya que hay pocas pruebas de que el reemplazo de testosterona en el hipogonadismo masculino tardío trae beneficios reales sin riesgo de efectos adversos significativos, el tratamiento solamente debe ser hecho por expertos y bajo estrecha supervisión.
Entre los riesgos de reemplazo de testosterona, el más temido es el aumento de la incidencia de cáncer de próstata. No existen estudios científicos para probar la seguridad del reemplazo de testosterona en relación con el cáncer de próstata y, por ello, no se indica el reemplazo a largo plazo. La evaluación de la próstata con toque rectal y la medición de PSA sanguíneo son importantes antes de planificar el tratamiento hormonal.
Para obtener más información sobre la testosterona, lee: Testosterona: qué es, para qué sirve y efectos secundarios.
Referencias
- Evaluation and Management of Testosterone Deficiency (2018) – American Urological Association.
- Investigation, Treatment, and Monitoring of Late-Onset Hypogonadism in Males: ISA, ISSAM, EAU, EAA, and ASA Recommendations – European Association of Urology.
- EMAS position statement: Testosterone replacement therapy in the aging male – European Menopause and Andropause Society.
- Male Hypogonadism – European Association of Urology.
- Approach to older men with low testosterone – UpToDate.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
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