Náuseas matutinas
La náusea matinal es tan común y tan típica al inicio de la gestación, que sólo es superada por el atraso menstrual como síntoma que más hace que las mujeres vayan a una farmacia para comprar un test de embarazo.
Cerca del 70% al 80% de las mujeres sufren de náuseas matinales en el primer trimestre. Las náuseas pueden venir con o sin vómitos; ocurren principalmente por la mañana, sin embargo pueden manifestarse en cualquier momento del día.
Las náuseas del embarazo normalmente surgen en la 5ª o 6ª semana y suele prolongarse hasta la semana 12, fecha que marca el inicio del segundo trimestre del embarazo.
Algunas mujeres con menos suerte permanecen con náuseas hasta la 18ª semana, época en que el 90% de las gestantes no las sufren más. De estas, el 10% mantienen náuseas durante períodos más avanzados del embarazo, pudiendo durar hasta el tercer trimestre.
La gravedad de las náuseas durante el embarazo varía mucho. Algunas mujeres casi no sienten nada, otras se quejan de náuseas leves en cortos periodos, muchas veces sin vómitos; también hay casos en los que las náuseas y los vómitos son frecuentes, tornando el primer trimestre muy angustioso.
Al final del espectro, en el estado más intenso en términos de náuseas, hay incluso casos de hiperémesis gravídica, un cuadro de náuseas y vómitos tan frecuentes que impiden la alimentación y provocan deshidratación. Abordaré la hiperémesis gravídica más adelante en este texto.
¿Por qué surgen las náuseas durante el embarazo?
El mecanismo exacto que lleva a las mujeres embarazadas a sentir náuseas durante todo el primer trimestre de la gestación es desconocido. No obstante, se sabe que las rápidas alteraciones hormonales al principio del embarazo (estrógenos, progesterona y hCG) desempeñan un papel importante en el cuadro. Algunos trabajos mostraron que cuanto más altos son los niveles de hormonas, mayor es la incidencia de náuseas en el embarazo.
Las hormonas del embarazo, principalmente la progesterona, actúan también en la motilidad del tracto gastrointestinal. Mujeres embarazadas presentan un «estómago perezoso», que demora en vaciarse, lo que además de favorecer el aparecimiento de náuseas, provoca también una sensación de saciedad precoz, impidiendo la ingesta de grandes cantidades de alimento. La gestante se siente «llena» con mucha facilidad.
Factores de riesgo
A pesar de que las causas de la náuseas no comprenden completamente, algunos factores son ampliamente conocidos como de riesgo para el desarrollo de las náuseas y vómitos:
- Mujeres que antes del embarazo ya presentaban náuseas con más facilidad, como por ejemplo durante algunos movimientos o después de estímulos provocados por olores y sabores fuertes, presentan mayor riesgo de náuseas fuertes durante el embarazo.
- Mujeres ansiosas o gestantes muy jóvenes también presentan mayor incidencia de náuseas.
- Gestantes con antecedentes de jaquecas presentan mayor riesgo.
- Algunos estudios sugieren la hipótesis de que las mujeres que poseen la bacteria Helicobacter pylori pueden presentar mayor riesgo de náuseas durante el embarazo.
- Mujeres embarazadas de gemelos presentan mayor incidencia y mayor intensidad de náuseas.
Síntomas
En la mayoría de las mujeres embarazadas, las náuseas son intermitentes. Es común que exista una alternancia entre hambre y náuseas a lo largo del día. Lo ideal es que la gestante trate de hacer sus comidas siempre que las náuseas desaparezcan.
Pese a la incomodidad, las náuseas en el embarazo raramente causan algún problema al feto. La mayoría de las gestante consiguen alimentarse durante los periodos de alivio de las náuseas, manteniendo así un adecuado consumo de nutrientes.
Asociado a las náuseas, es posible que la gestante presente alteraciones en su olfato y paladar. Los alimentos que alguna vez fueron amados pueden perder todo su atractivo. Por otro lado, son comunes los antojos de comer alimentos que antes nunca se elegían. Puede suceder, por ejemplo, que mujeres que no comen carne roja pasen a tener deseos de hamburguesas; o gestantes que eran aficionadas al chocolate, ahora no logren comer ni un solo bombón.
¿Cuándo acudir al médico?
Contrario a otros tipos de náuseas y vómitos, en el caso de las náuseas típicas del embarazo no existen otros síntomas gastrointestinales o sistémicos asociados, como la fiebre, diarrea e intensos cólicos. La presencia de estos síntomas debe ser informada al médico.
Otro signo de gravedad son los vómitos incontrolables, que hacen que la mujer embarazada no pueda comer ni beber líquidos. Las náuseas del embarazo pueden ser tan intensas que hacen que la mujer embarazada pierda peso y se deshidrate.
Si usted está embarazada, presenta vómitos frecuentes y ya perdió por lo menos dos kilos por causa de éstos, acuda a un médico, pues podemos estar frente a un diagnóstico de hiperémesis gravídica.
Hiperémesis gravídica
La hiperémesis gravídica es una presentación anormal de las náuseas matinales. Es una forma grave de las náuseas y vómitos del embarazo.
La hiperémesis gravídica ocurre entre el 0,5% al 2% de las gestaciones y se caracteriza por vómitos frecuentes, sin respuesta al tratamiento, asociado a deshidratación, trastornos hidroelectrolíticos y pérdida de peso.
Como la embarazada no logra alimentarse ni ingerir líquidos, el internamiento hospitalario puede ser necesario para poder administrar fluidos y algunos nutrientes por vía intravenosa.
Tratamiento
El primer trimestre del embarazo es el más importante, pues es cuando el feto se está formando. En esta fase es imperativo evitar tomar cualquier tipo de medicamento o sustancia sin la explícita autorización de su obstetra.
En la mayoría de la gestantes, las náuseas matinales no necesitan de medicamentos, apenas algunas alteraciones en la dieta y algunos hábitos de vida:
- Evite grandes cantidades de comida. El estómago de la embarazada se vacía de forma más lenta, por eso pequeñas porciones son mejor toleradas. Comer mucho y quedarse con el estómago lleno puede precipitar las náuseas.
- Las náuseas del embarazo suelen ser intermitentes a lo largo del día. Trate de alimentarse siempre que se sienta bien. El hambre puede desencadenar las náuseas. No deje de alimentarse por temor a vomitar.
- Evite comer y luego acostarse. Evite comer cerca de la hora de dormir.
- Coma lo que le guste. Es mejor comer cualquier cosa que nada.
- Pida que alguien le prepare la comida. Algunas embarazadas pierden el hambre y comienzan a tener náuseas cuando necesitan preparar su propia comida.
- Trate de estar siempre bien hidratada. Si usted tiene vómitos, trate de reponer los líquidos perdidos cuando las náuseas hubiesen desaparecido. Una vez más, ingiera pequeños volúmenes poco a poco. Líquidos fríos son mejor tolerados.
- Reconozca los detonantes de las náuseas y evítelos. Olores fuertes, por ejemplo, suelen ser mal tolerados. Otros detonantes comunes son el calor, la humedad, el ruido y estar en movimiento, así como viajar en carro o en avión.
- Evite la fatiga. Es común tener intolerancia al ejercicio en el primer trimestre. Si usted es una persona activa, no trate de mantener la misma carga de ejercicios que ejecutaba antes de estar embarazada. No es necesario permanecer completamente sedentaria, pero lo ideal es evitar cansancios en esta fase.
- El jengibre, el limón y la sandía suelen ser muy bien tolerados por la embarazadas. Evite comidas condimentadas y con mucha grasa.
- Si sus náuseas no surgen cuando usted despierta, pero sí poco después de levantarse de la cama, mantenga un paquete de galletas tipo crackers en la cabecera para comer una o dos antes de levantarse. Eso “calma” el estómago.
Lo más importante es reconocer lo que le hace bien y lo que le hace mal. Las sugerencias anteriores funcionan para la mayoría de las mujeres, pero puede ser que usted tenga que descubrir cuáles son los cuidados para su caso.
Si tus náuseas no mejoran en absoluto con las medidas habituales, es posible que necesites utilizar algún medicamento para controlarlas.
La lista de medicamentos posibles es vasta, no obstante, como algunas pueden ser vendidas sin receta médica no voy a listarlas aquí para no estimular la automedicación, que es todavía más grave cuando es hecha por una gestante en el primer trimestre.
Preguntas y respuestas
¿Las mujeres embarazadas que no sienten náuseas tienen mayor riesgo de aborto espontáneo?
No necesariamente. Teóricamente un embarazo con problemas no produciría los niveles adecuados de hormonas y los síntomas de náuseas y vómitos serían menos intensos. No obstante, es común tener un embarazo normal sin tener que pasar por el sufrimiento de las náuseas.
¿Las náuseas del embarazo pueden perjudicar al feto?
No. Excepto en los casos más graves, con necesidad de internación hospitalaria, el feto nada sufre con sus náuseas y vómitos ocasionales.
¿Si las náuseas no desaparecen después de finalizado el primer trimestre, significa que hay algo malo en el embarazo?
No. Algunas gestantes tienen náuseas durante todo el embarazo, a pesar de que este hecho no es el más común. Cualquier náusea que se prolongue más allá de la 20ª semana deberá ser evaluada por el obstetra, lo que no necesariamente significa que exista algún problema para la gestante.
¿Chupar hielo con frecuencia mejora las náuseas?
Sí y no. Como ya fue dicho, esas pequeñas sugerencias pueden ser la solución para algunas gestantes y un completo fracaso para otras. La ventaja del hielo es que, en última instancia, es agua en pequeñas cantidades, lo que favorece la hidratación de la embarazada sin causar distensión del estómago.
Referencias
- The Management of Nausea and Vomiting of Pregnancy and Hyperemesis Gravidarum – Royal College of Obstetricians and Gynaecologists.
- The Management of Nausea and Vomiting of Pregnancy – The Society of Obstetricians and Gynaecologists of Canada.
- Clinical features and evaluation of nausea and vomiting of pregnancy – UpToDate.
- Treatment and outcome of nausea and vomiting of pregnancy – UpToDate.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
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