¿Qué es la tinea cruris?
La tiña inguinal, también llamada tinea cruris o prurito del jockey, es una de las infecciones más comunes de la piel. La tinea cruris suele afectar las regiones inguinal (ingles), muslos y nalgas, causando placas rojizas e intenso prurito.
Las micoses superficiales de la piel son llamadas dermatofitosis o tinea. Los hongos dermatofitos, es decir, que provocan dermatofitosis, son los de los géneros Trichophyton, Microsporum o Epidermophyton.
Las tiñas pueden acometer diversas áreas del cuerpo, como cuero cabelludo (llamada tinea capitis), pies (tinea pedis), barba (tinea barbae), uñas (tinea unguium) o tronco y miembros (tinea corporis).
La infección fúngica que acomete la región genital e inguinal se llama tinea cruris. La tiña inguinal es la segunda dermatofitosis más común, perdiendo solamente para tinea pedis, la micosis de los pies, popularmente conocida como pie de atleta.
La tinea cruris normalmente es una infección leve e inofensiva, pero puede propagarse rápidamente a las áreas circundantes si se encuentra en un lugar cálido y húmedo, como los pliegues de los muslos y las nalgas.
La tiña inguinal es más común en hombres y adolescentes, y causa lesiones cutáneas enrojecidas con picazón.
Causas
La gran mayoría de los casos de tiña inguinal es causada por el hongo Trichophyton rubrum, que puede ser un habitante normal de la piel, sin necesariamente provocar enfermedades, ya que nuestro sistema inmunológico consigue mantenerlo bajo control, desde que la piel se mantenga limpia y seca.
Sin embargo, en épocas con más calor, algunas áreas del cuerpo quedan constantemente húmedas y calientes, tales como la ingle y la región genital, lo que favorece la proliferación de hongos, resultando en las tiña.
El hongo Trichophyton rubrum, que provoca la tiña crural, es lo mismo que causa el pie de atleta. Por eso, en muchos casos, el paciente tiene dermatofitosis en los pies y en la ingle al mismo tiempo.
¿Cómo se contrae la tiña cruris?
La tinea cruris es una infección contagiosa transmitida por fómites, como toallas, sábanas o ropas contaminadas con hongos.
La tiña en la ingle también puede ocurrir como autocontaminación por la tiña de los pies. El paciente, después de tocar en los pies, puede presentar las manos contaminadas con el hongo, llevándolo hasta la región de la ingle.
Tener relaciones sexuales con una persona infectada también es una forma de contagio.
No obstante, no basta tener contacto con el hongo para desarrollar micosis. Para que el microorganismo venza nuestro sistema inmunológico hay que encontrar un ambiente propicio para su multiplicación. Calor, humedad y ausencia de luz son las condiciones más adecuadas para la proliferación de los hongos.
La ingle es muy propicia para la ocurrencia de infecciones fúngicas pues, además de pasar gran parte del día cubierta, es una región de pliegues y con pelos, que permanece frecuentemente húmeda y caliente.
Épocas de calor, uso de ropas calientes y apretadas, exceso de sudor, permanecer con ropas de baño mojadas durante mucho tiempo, mala higiene personal y no cambiar con frecuencia las ropas interiores son factores que favorecen el desarrollo de la tinea cruris.
Otros factores de riesgo para la aparición de la tinã inguinal son:
- Sexo masculino (la tinea cruris es 3 veces más común en los hombres).
- Hiperhidrosis (Exceso de sudor).
- Practicar deportes de contacto intenso, como luchas.
- Obesidad.
- Diabetes mellitus.
- HIV.
- Psoriasis.
- Dermatitis atópica.
Las micosis de piel ocurren con más frecuencia en las personas con sistema inmunológico debilitado, pero también son muy comunes en individuos sanos, sin cualquier problema de salud.
Síntomas
Los principales síntomas de la tiña inguinal son picazón y rojez local (sarpullido). El área inflamada puede presentar algún ardor, haciendo incómodo el uso de determinados tipos de ropas íntimas.
La tinea cruris generalmente empieza con algunas placas rojizas en la cara interna de uno o ambos muslos, con bordes bien demarcados. Cuando es causada por el hongo Trichophyton rubrum, la enfermedad generalmente se extiende por los muslos e incluso en el área púbica y las nalgas. Las lesiones suelen expandirse en forma de círculos.
En la mitad de los casos, el paciente también presenta otro tipo de tinea, generalmente tinea pedis (pie de atleta).
En los hombres, el escroto y el pene por lo general no se ven afectados. Este es un detalle importante pues ayuda en la distinción entre la tinea cruris y la infección por cándida, ya que la candidiasis inguinal en hombres muchas veces acomete la bolsa escrotal.
El diagnóstico puede ser confirmado con raspado de la lesión y una evaluación microscópica del material buscando por hongos. Como la cándida y los dermatofitos son hongos con aspectos distintos, es posible distinguirlos por medio del examen microscópico.
Para ver más imágenes de las lesiones típicas de la tiña cruris, acceda al siguiente enlace: Imágenes de tiña en la ingle (tinea cruris).
Tratamiento
La micosis inguinal puede tratarse con ungüentos antifúngicos, muchos de los cuales se venden sin receta. El tratamiento debe llevarse a cabo durante 2 a 4 semanas.
Existen varias opciones para el tratamiento tópico de la tiña con cremas o ungüentos. Las más adecuadas para la tiña crural son las que contienen uno de los siguientes antifúngicos:
- Ketoconazol: crema al 2%, aplicar una vez al día.
- Miconazol: crema al 2%, aplicar dos veces al día.
- Tioconazol: crema al 1%, aplicar 2 veces al día.
- Clotrimazol: crema al 1%, aplicar 2 veces al día.
- Oxiconazol: crema al 1%, aplicar 1 o 2 veces al día.
- Ciclopirox: crema al 0,77%, aplicar 2 veces al día.
- Butenafina: crema al 1%, aplicar 1 vez al día.
- Naftifina: crema al 1 ó 2%, aplicar 1 vez al día.
- Terbinafina: crema al 1%, aplicar 1 o 2 veces al día.
- Tolnaftato: crema al 1%, aplicar 2 veces al día.
Las seis primeras sustancias de la lista actúan contra los dermatofitos y la Candida. Las cuatro últimas tratan las dermatofitosis, pero son menos eficaces contra la Candida.
Las cremas o ungüentos a base de nistatina son útiles para la candidiasis, pero no para la dermatofitosis, y no están indicadas para el tratamiento de la tinea cruris.
Se debe evitar cremas que contienen corticoides en la fórmula, tales como betametasona o triamcinolona, visto que estas sustancias pueden perjudicar el tratamiento y enmascarar los síntomas.
En casos de pacientes inmunodeprimidos, o cuando el tratamiento con cremas no logra resultado, medicamentos por vía oral, como griseofulvina, fluconazol o terbinafina pueden ser prescritos.
Como la tinea pedis (pie de atleta) y la onicomicosis (micosis de la uña) son factores de riesgo para la tinea cruris, también es importante tratar las dos condiciones a fin de disminuir el riesgo de recidiva de la tinã en la ingle.
Una aplicación diaria de polvos antifúngicos en la región inguinal para mantener el área seca ayuda a prevenir recidivas. Los pacientes deben ser orientados a evitar baños calientes y ropas apretadas.
Después del baño, el área inguinal debe quedar bien seca. Se sugiere separar una toalla para secar el área infectada y otra para el restante del cuerpo. No usar la misma ropa interior después del baño.
Los hombres deben usar calzoncillos anchos de preferencia modelo bóxers. Ya las mujeres deben usar bragas de algodón y evitar pantalones apretados.
Referencias
- Dermatophyte (tinea) infections – UpToDate.
- Diagnosis and Management of Tinea Infections – American Family Physician.
- Topical antifungal treatments for tinea cruris and tinea corporis – The Cochrane database of systematic reviews.
- Tinea Cruris – Medscape.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
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