Pruebas para evaluar la glucosa en sangre
La diabetes se define por niveles elevados de glucemia (glucosa en la sangre) y el control de la glucemia es un componente integral del control de la diabetes.
Hace por lo menos dos décadas existen evidencias científicas de que el control riguroso de los niveles de glucosa en la sangre puede prevenir complicaciones de la diabetes, como la nefropatía diabética (daño renal), la retinopatía diabética (lesión en el ojo) y la neuropatía diabética (lesión de los nervios periféricos).
El control intensivo inicial de la glucemia en personas con diabetes recién diagnosticada también puede tener un beneficio a largo plazo en la disminución del riesgo de infarto de miocardio, muerte relacionada con la diabetes y muerte en general.
Por lo tanto, para reducir el riesgo de estas complicaciones, es necesario no solo un diagnóstico precoz, sino también seguimiento y control a largo plazo de la glucemia en pacientes diabéticos.
Actualmente contamos con algunas opciones de pruebas para cuantificar la glucosa en la sangre. Las más utilizadas son:
- Examen de glucemia en ayunas.
- Examen aleatorio de glucosa sanguínea.
- Glucemia postprandial.
- Prueba de tolerancia a la glucosa oral.
- Prueba de hemoglobina glucosilada (A1C).
- Fructosamina.
- Glucemia capilar.
- Monitorización continua de glucosa.
Este artículo trata sobre las pruebas de sangre realizados para el diagnóstico de la diabetes mellitus y para el monitoreo de los niveles de glucosa en la sangre.
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Glucemia en ayunas
El examen de glucemia en ayunas es la forma clásica para diagnosticar la diabetes mellitus. Consideramos ayuno, en este caso, como la ausencia de consumo de calorías durante por lo menos 8 horas.
Cuando en ayunas los niveles de glucosa en la sangre deben estar por debajo de 100 mg/dL. Este es el valor normal y deseado para todos.
Cuando la glucosa en ayunas está entre 100 y 125 mg/dL, se dice que este paciente presenta alteración de la glucosa en ayunas, también llamada hiperglucemia no diabética o, más didácticamente, prediabetes.
El término prediabetes puede ser empleado con base en el hecho de que 1 de cada 4 pacientes con alteración de la glucosa en ayunas va a desarrollar criterios para la diabetes dentro de 3 a 5 años. Si el paciente tiene otros factores de riesgo, como obesidad e historia familiar, el riesgo es todavía mayor.
Cuando la glucosa en sangre en ayunas es superior a 126 mg/dL en por lo menos dos pruebas de sangre tomadas en diferentes momentos, tenemos criterio para el diagnóstico de la diabetes.
La glucemia en ayunas actualmente es utilizada solamente para el diagnóstico. En los pacientes con diabetes mellitus que ya están en tratamiento, este uso es más limitado ya que nos da solamente el valor de la glucosa en la sangre en el momento de la recolección, no siendo posible saber cómo estaba en los días anteriores.
Para el seguimiento de la diabetes la mejor prueba es, actualmente, la hemoglobina glucosilada, que se explica en detalles más adelante.
Glucemia sin ayunas (examen aleatorio de glucosa sanguínea)
La mejor prueba para el diagnóstico de la diabetes es la medición de la glucosa en la sangre con un ayuno de por lo menos 8 horas. Eventualmente, sin embargo, el paciente puede dosificar su glucosa en sangre sin estar en ayunas, y, a veces, este valor puede ser útil.
Cuando nos alimentamos, en cuestión de minutos, nuestro torrente sanguíneo recibe una carga de glucosa, elevando rápidamente el azúcar en la sangre.
Después de una comida, inevitablemente nuestra glucemia estará por encima de 126 mg/dL, lo que obviamente no indica diabetes. No obstante, así como la sangre recibe un carga de glucosa, nuestro páncreas también libera una carga de insulina para que la glucosa pueda ser utilizada por nuestro cuerpo.
De este modo nuestra glucosa permanece controlada, no excediendo a un valor de 200 mg/dL en cualquier momento, volviendo a los valores normales después de aproximadamente 3 horas.
Siendo así, cualquier cantidad de glucosa que está por encima de 200 mg/dL, inclusive después de una comida, es una señal indicativa de diabetes. Si el paciente presenta síntomas de la diabetes, se puede cerrar el diagnóstico, inclusive sin la solicitación de la glucosa en ayunas para confirmación.
Glucemia postprandial de 2 horas
El gran problema de las dosificaciones de la glucosa sin ayunas es la falta de estandarización. Cada individuo consume una cantidad diferente de calorías y se hace el examen con diferentes intervalos de tiempo entre la última comida.
Para evitar confusiones, hay una prueba llamada prueba de la glucosa postprandial, que funciona de la siguiente manera: los pacientes van al laboratorio y recolectan una muestra de sangre para evaluar la glucosa en ayunas. Después de esta recolección, el laboratorio ofrece una bebida con una cantidad fija de glucosa (75 g) y, al final de 2 horas, se recolecta una nueva muestra de sangre para medir la glucemia.
Esta prueba sirve para evaluar cómo está la secreción de insulina después de una carga de glucosa. La glucemia postprandial normal es aquella que, después de 2 horas, está por debajo de 140 mg/dL.
Los valores entre 140 y 199 mg/dL indican intolerancia a la glucosa y son una señal de que el cuerpo no opera adecuadamente con el aumento de la glucosa después de las comidas. Normalmente indica una resistencia a la acción de la insulina. También se considera que es una etapa de prediabetes, inclusive si la glucosa en ayunas está por debajo de 100 mg/dL.
Los valores por encima de 200 mg/dL son indicativos de diabetes.
Prueba de tolerancia a la glucosa oral
La prueba de tolerancia a la glucosa oral (OGTT, por sus siglas en inglés) es una versión modificada de la glucemia postprandial, utilizada para el diagnóstico de la diabetes que se desarrolla durante el embarazo, llamada diabetes gestacional. En general, se realiza entre la 24ª y 28ª semanas del embarazo.
Se hace el examen de la siguiente manera: se recolecta una primera muestra de sangre en ayunas. A continuación, se ofrece una bebida con 100 g de glucosa. Nuevos muestras de sangre son recolectadas después de 1 y 2 horas.
Según la International Association of Diabetes in Pregnancy Study Group, la diabetes gestacional es diagnosticada cuando los resultados superan dos o más de los siguientes valores:
- Glucemia en ayunas mayor que 92 mg/dL.
- Glucemia de 1 hora mayor que 180 mg/dL.
- Glucemia de 2 horas mayor que 153 mg/dL.
Este tipo de examen solamente tiene valor en las mujeres embarazadas.
Para obtener más información sobre la diabetes en el embarazo, lee: Diabetes gestacional.
Hemoglobina glucosilada
A diferencia de los exámenes anteriores, que sirven principalmente para el diagnóstico de la diabetes mellitus, la hemoglobina glucosilada, también llamada hemoglobina glicosilada, hemoglobina A1c o simplemente HbA1c, es una prueba utilizada para evaluar el control glucémico en pacientes que ya tienen el diagnóstico confirmado de diabetes.
La hemoglobina glucosilada es una prueba de gran utilidad ya que sirve para evaluar el estado de la glucemia en la sangre durante los últimos tres meses. Cuando hacemos la dosificación de la glucemia en ayunas en pacientes diabéticos, el resultado indica solamente cómo está el control de la diabetes en las últimas horas.
Por ejemplo, un paciente pasa los últimos tres meses sin hacer dieta y usando los medicamentos de forma irregular, pero 24-48 horas antes de la prueba resuelve tomar los remedios correctamente. Cuando va a dosificar la glucosa en ayunas, es posible que esté dentro o próxima de la normalidad, dando la falsa idea de que la diabetes está bien controlada. Sin embargo, si la hemoglobina glucosilada también es dosificada, ella va a estar nítidamente alterada, lo que indica que, en la verdad, la diabetes no está siendo tratada como se suponía.
¿Cómo funciona la hemoglobina glucosilada?
La hemoglobina es la principal proteína de los hematíes (glóbulos rojos). Cuando el nivel de glucosa en la sangre está elevado, parte de la hemoglobina empieza a enlazarse con el exceso de glucosa circulante, convirtiéndose en la hemoglobina glucosilada, o hemoglobina unida a la glucosa.
Como los glóbulos rojos tienen una vida útil de 3 a 4 meses, este es el tiempo en que cada uno se expone a la glucosa en la sangre, haciendo con que la hemoglobina glucosilada sea un espejo de la glucemia promedio durante los últimos 3 meses.
Los valores normales de hemoglobina glucosilada para las personas que no tienen diabetes están entre el 4% y el 5,6%.
La diabetes bien controlada presenta valores por debajo del 7%. Niveles superiores al 7% están asociados con un mayor riesgo de complicaciones, como enfermedades cardiovasculares, renales, de los nervios periféricos y de los ojos.
A partir de los valores de la hemoglobina glucosilada es posible estimar la tasa promedio de glucosa en los últimos tres meses:
HbA1c | Glucosa média (rango): |
5% | 97 mg/dL (76–120) |
6% | 126 mg/dL (100–152) |
7% | 154 mg/dL (123–185) |
8% | 183 mg/dL (147–217) |
9% | 212 mg/dL (170–249) |
10% | 240 mg/dL (193–282) |
11% | 269 mg/dL (217–314) |
12% | 298 mg/dL (240–347) |
En los últimos años, el uso de la hemoglobina A1c se ha vuelto cada vez más común como forma de diagnóstico de la diabetes mellitus.
Los estudios han demostrado que la HbA1c es tan confiable como la glucemia en ayunas para este propósito, y la hemoglobina glicosilada todavía tiene la ventaja de que no es necesario recolectarla en ayunas.
Para el diagnóstico de diabetes, el paciente debe tener dos pruebas, recogidas en días diferentes, con hemoglobina glicosilada superior al 6,5%. No es suficiente solo tomar una prueba, necesita confirmación.
Dos pruebas con valores de HbA1c entre 5,7 y 6,4% son indicativas de prediabetes.
Para saber más sobre la hemoglobina glicosilada, lee: ¿Qué es la prueba de hemoglobina glicosilada?
Fructosamina
Otras proteínas, además de la hemoglobina, sufren glicosilación, o sea, unión con la glucosa. Fructosamina es el nombre que damos a este complejo proteína-glucosa, siendo la principal proteína la albúmina.
La dosificación de la fructosamina nos da una estimación de la glucosa en sangre en los últimos 4-6 semanas, ya que la vida media de la albúmina es solamente un mes, no siendo así tan buena como la hemoglobina glucosilada.
La fructosamina, sin embargo, puede ser muy útil en pacientes con anemia, en uso de eritropoyetina o hemoglobinopatías, situaciones que pueden causar errores en la dosificación de la hemoglobina glucosilada.
El valor normal de fructosamina varía con cada laboratorio.
Glucemia capilar
La glucemia capilar es una prueba en la que se evalúa el nivel de glucosa del momento por medio de una pequeña gota de sangre y un aparato para la lectura de la concentración de glucosa en la sangre.
Esta es un excelente y práctica forma de evaluar, varias veces al día, la variación de la glucemia, lo que permite hacer ajustes puntuales en la dosis y en el horario de los medicamentos antidiabéticos, especialmente de la insulina.
No se debe utilizar la glucemia capilar para el rastreo de la diabetes en la población sana. Su relación con los resultados de glucosa en la sangre por los análisis de laboratorio de la sangre no es tan exacta. Varios factores pueden llevar a una lectura errónea como manos inadecuadamente limpias, almacenamiento inadecuado de las tiras, suciedad en el aparato, manos muy frías, etc. Además de eso, la glucemia en los capilares de los dedos suele estar un poco más alta que la glucemia de la sangre en las venas.
Por lo tanto, la glucemia capilar sirve para controlar la diabetes, pero no para diagnosticarla.
Monitorización continua de glucosa
Recientemente, ha surgido una nueva forma de monitorear los valores de glucosa en sangre, se llama monitorización continua de glucosa (MCG).
El sistema de monitorización continua de glucosa es un dispositivo que mide los niveles de glucosa de manera continua, en tiempo real.
Los dispositivos de MCG consisten en un sensor que tiene un filamento flexible, que se inserta debajo de la piel del abdomen o la parte superior del brazo, y un transmisor que envía la señal al receptor, el cual muestra el valor en la pantalla de un teléfono móvil o receptor compatible.
Los sistemas MCG obtienen medidas cada 5 minutos e indican con un gráfico el cambio de la glucemia.
La principal diferencia con los medidores de glucemia capilar, que miden la glucosa en la sangre, es que los sistemas MCG miden la glucosa en el líquido intersticial, es decir, en el espacio entre las células.
Los dispositivos de MCG se pueden utilizar junto con una bomba de insulina. Después de las comidas, el dispositivo MCG mide la glucemia y la bomba de insulina reacciona a este resultado administrando la dosis adecuada de insulina.
Todos los dispositivos CGM en tiempo real alertan al paciente sobre episodios de hipoglucemia o hiperglucemia.
El sensor se mantiene en su lugar con un parche adhesivo y tiene una vida de 6-14 días, según el modelo en cuestión. Cuando se cumplen los límites de tiempo, se retira el dispositivo MCG y se implanta otro nuevo.
Referencias
- Use of Glycated Haemoglobin (HbA1c) in the Diagnosis of Diabetes Mellitus – World Health Organization.
- Classification and Diagnosis of Diabetes: Standards of Medical Care in Diabetes 2020 -Diabetes Care.
- Diabetes Diagnosis – American Diabetes Association.
- Type 1 diabetes in adults: diagnosis and management – NICE Guidelines.
- Guidance concerning the use of glycated haemoglobin (HbA1c) for the diagnosis of diabetes mellitus – Australian Diabetes Society.
- Screening for type 2 diabetes mellitus – UpToDate.
- Glucose monitoring in the management of nonpregnant adults with diabetes mellitus – UpToDate.
- Diabetes mellitus in pregnancy: Screening and diagnosis – UpToDate.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.